En la antesala de la reanudación de las charlas nucleares, Irán aseguro haber duplicado su stock de uranio enriquecido. Al mismo tiempo, el director de la OIEA, Rafael Grossi, advirtió que sus capacidades de supervisión sobre el proyecto nuclear iraní se están debilitando.
La Organización de Energía Atómica de Irán informó que poseen «más de 210 kg de uranio enriquecido al 20%, y hemos producido 25 kg al 60%, un nivel que ningún país aparte de los que poseen armas nucleares es capaz de producir».
El enriquecimiento del 60% es el nivel más alto al que Irán ha enriquecido uranio y es un pequeño paso técnico hacia el 90% necesario para las armas. Según el acuerdo nuclear, a Irán se le prohibió enriquecer uranio por encima del 3,67%.
En una entrevista con la cadena CNN, Grossi fue pesimista. «En esta situación, nos resulta cada vez más difícil hacer el trabajo. Tomamos esto con realismo porque sabemos que puede ser parte de la discusión política», aseguró.
«Pero lo que les digo es que hay un límite … Si quieren que alguien diga que las cosas están correctas y que no hay desviación o lo que sea, tenemos que tener la capacidad de hacer lo que tenemos que hacer y en este momento no lo tenemos», agregó el argentino. «Necesitamos un acceso acorde con un programa nuclear de tal sofisticación y ambición».
Teherán ha abandonado progresivamente sus compromisos con un acuerdo nuclear de 2015 desde que el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró a Washington en 2018 e impuso nuevas sanciones.
El acuerdo de 2015 con Gran Bretaña, China, Rusia, Francia, Alemania y Estados Unidos ofreció a Irán un alivio de las sanciones a cambio de frenar su programa nuclear.