Cientos de soldados y policías comenzaron la evacuación forzosa del asentamiento de Amona, en Cisjordania, en cumplimiento de una orden de la Corte Suprema.
Fuerzas del Ejército rodean el perímetro exterior de la pequeña localidad, donde residen alrededor de cuarenta familias en tierras disputadas por palestinos, por lo que fue declarada ilegal por la justicia.
Los soldados permiten el paso a residentes en la zona, periodistas y fuerzas de seguridad, pero se lo impiden a jóvenes que consideran que pueden crear disturbios oponiéndose a la evacuación.
Pese a ello, docenas de jóvenes y adolescentes han acudido al lugar y han montado barricadas en los accesos al asentamiento para enfrentarse a la orden de desalojo que vence hoy, y ya tiran piedras a la policía.
Alrededor de dos mil personas llegaron para mostrar su oposición.
La mayoría de residentes prefiere no hablar con los periodistas y pasean por Amona vigilando los movimientos de las Fuerzas de Seguridad.
«Yo no voy a enfrentarme a la Policía», dice Shlomit Valzman, hermana de uno de los residentes que ha venido a mostrar su apoyo y que cree que «lo importante es que esta es la tierra del pueblo judío». Los rabinos de Cisjordania enviaron una carta a la comunidad de Amona pidiendo resistencia pasiva, ante los temores de violencia inminente.
Esta semana, la corte debate si aceptar la propuesta de reubicación presentada por el Ejecutivo para dar a los residentes unas tierras alternativas próximas. EFE y Aurora
Si el territorio es palestino, pues que actúe la corte palestina y si es judío ¿por qué los echan?