Letonia pagará 46 millones de dólares a la comunidad judía del país como forma de reparaciones por las propiedades robadas durante la Shoá a personas si herederos legales.
La ley fue votada por el parlamento letón. El texto exculpa de todos modos a Letonia de los crímenes, apuntando contra el Tercer Reich y posteriormente contra el gobierno de la Unión Soviética. Según la legislación, se trata de una «compensación de buena voluntad» por diez años, hasta 2032.
Los grupos judíos han estado presionando por la compensación de los bienes de propiedad comunal en Letonia desde 1992. Sin embargo, en esos casi 30 años los éxitos habían sido nulos.
Según los datos de Yad Vashem, de 70.000 judíos letones que vivían en 1941, solamente 200 sobrevivieron a la barbarie nazi. El papel de los locales y las fuerzas de seguridad letonas fueron parte del exterminio, formando grupos armados para atacar a los judíos locales.
Como en otros países de Europa del Este, el gobierno de Letonia ha protestado por las afirmaciones de que sus predecesores y la población fueron parcialmente responsables del Holocausto. Muchos letones ven a su país, a pesar del fuerte apoyo a los nazis durante los años de guerra, como una víctima de la ocupación de Adolf Hitler.
Cientos de letones sirvieron en batallones especiales de la fuerza militar de élite de las SS de los nazis. Los veteranos de esa unidad celebran marchas anuales en Riga, las únicas marchas de veteranos de las SS en el mundo.