Por Yoni Ben Menachem
• Altos funcionarios de seguridad afirman que el estatus del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en el ámbito árabe se ha debilitado significativamente y estiman que se está acercando al final de su gobierno.
• El príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, convocó recientemente una cumbre a pequeña escala para discutir el futuro de la Franja de Gaza, pero Abbás no fue invitado.
El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, ha estado realizando esfuerzos diplomáticos en el escenario internacional y dentro del mundo árabe para ganar legitimidad y apoyo para su regreso al gobierno de Gaza después de la guerra.
Sin embargo, la oposición a su liderazgo no se limita a Israel, que rechaza el gobierno de la AP debido a su apoyo al terrorismo.
Los líderes árabes también reconocen la realidad cambiante y creen que el gobierno de Abbás está terminando.
El 21 de febrero de 2025, el príncipe heredero Mohammed bin Salman (MBS) celebró una reunión a puertas cerradas con líderes árabes para discutir la situación en Estados Unidos. El plan migratorio del presidente Donald Trump para Gaza y los preparativos para el período de posguerra. Sin embargo, Abbás fue completamente excluido de la discusión.
Según altos funcionarios de seguridad israelíes, esta exclusión indica claramente el deterioro del estatus de Abbás en el mundo árabe y sugiere que los líderes árabes esperan su inminente salida del escenario político.
La ausencia de Abbas de una cumbre tan crucial –donde tuvieron lugar deliberaciones críticas sobre el futuro del pueblo palestino en Gaza– sugiere que ha comenzado un proceso gradual de marginación de la AP de cualquier posible gobernanza en Gaza, especialmente dada la oposición de Israel al control de la AP y el apoyo que recibe del presidente Trump.
La Autoridad Palestina es también ampliamente percibida como corrupta en el mundo árabe.
Recientemente, Egipto y los países donantes se han negado a conceder a la AP el control directo sobre los fondos designados para la reconstrucción de Gaza debido a preocupaciones por la “falta de transparencia”; en otras palabras, temores de malversación de fondos, dados los ejemplos anteriores de malversación de fondos de donantes por parte de la AP.
Fuentes de seguridad indican que hay señales de que el mundo árabe se está alineando con el anterior gobierno de Estados Unidos. La postura de la Administración del expresidente Joe Biden, que abogó por la reestructuración del sistema político palestino, la revitalización de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) y el reemplazo del anciano Abbás, que ahora tiene 89 años.
El 15 de febrero, Abbás asistió a la 38ª Cumbre de la Unión Africana en Adís Abeba, Etiopía.
Sin embargo, según altos funcionarios de Fatah, el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune y otros líderes africanos de alto rango ignoraron completamente su presencia, otra señal de que su fin político está cerca.
También hay señales de tensión dentro del liderazgo de la AP.
Hussein al Sheikh, un estrecho colaborador de Abbás y Secretario General del Comité Ejecutivo de la OLP, fue destituido como ministro de Asuntos Civiles y reemplazado por Ayman Kandil.
Esta discordia interna se ve alimentada aún más por la intención de Abbás de presentar una nueva “visión de la AP para abordar los desafíos actuales” en la próxima Cumbre de la Liga Árabe del 4 de marzo. En esta cumbre, anunciará oficialmente otro retraso en las elecciones presidenciales y parlamentarias palestinas, posponiéndolas al menos un año más “debido a las circunstancias”.
Altos funcionarios de la AP han criticado a Abbás, acusándolo de demorarse en permanecer en el poder mientras elude la creciente demanda del público palestino de elecciones inmediatas para reemplazarlo.
A pesar de su avanzada edad, Abbás continúa maniobrando políticamente para conservar su cargo. Sin embargo, los funcionarios de seguridad creen que se mantiene en el poder únicamente gracias a un círculo interno corrupto de altos funcionarios de Fatah que se benefician de los privilegios de su gobierno.
Sin embargo, su tiempo se acaba. Según su evaluación, Abbás está camino de una jubilación anticipada, e Israel también se está preparando para su salida de la escena política.
Fuente: Jerusalem Center for Security and Foreign Affairs