Y hubo riña entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot. Y en ese entonces el Kenaaní y el Perizí habitaban en la tierra.
Génesis 13-7
Materialismo y espiritualidad.
La Torá es enseñanza. Y no cabe duda que el materialismo separa y el espiritualismo une.
Cuando cualquiera puede ver, como entre padres e hijos, y entre hermanos y familiares surgen pleitos, peleas e incluso se instalan problemas legales cuando todo se refiere a bienes materiales, sea en dinero o inmuebles.
En ocasiones en vida, y en otros casos post mortem, se puede ver con tristeza, trifulcas que se asemejan a terribles contiendas o carnicerías entre animales feroces, donde nada se mide e interpone para poder quedarse con lo de uno o con lo ajeno.
En estos casos brotan la mayoría de las veces las miserias humanas, a los fines de poder arrebatar al otro una mayor tajada de carne o de ser posible quedarse con toda la presa.
Separación o Lej Lejá. Vete (nombre del capítulo semanal).
Volviendo al relato biblíco, en este punto se produce una separación en la familia. Y toda separación siempre concluye (o incluye) en eventos negativos o desgracias en particular para el sobrino de Abraham.
Basta señalar el dramático final de las ciudades de Sodoma y Gomorra donde residía y todo lo acontecido con su mujer y luego con sus hijas.
Aún siendo la separación necesaria, en muchos casos, nunca deja de ser una desgracia, una destrucción, y siempre finaliza pasando facturas o pagarés muy difíciles de pagar o levantar.
El Kenaaní y el Prizí.
Hay explicaciones clásicas sobre como termina el versículo. Pero en lo personal me inclino a que los pueblos circundantes miran detenidamente lo que pasaba entre los hebreos y en la actualidad entre los judíos.
Antes del 7-10, el Hamás y los jefes de Hezbollah pudieron ver como había pelea entre hermanos. Y que duda cabe, vieron la oportunidad de poder pegar el zarpazo (con la zarpa como la mano de ciertos animales como el León o el Tigre,es decir, a mano llena).
Reflexión final.
Como en toda separación o disputa interna, Israel está pagando los costos con moneda de sangre, sudor y muchas lágrimas.
Debemos repensar el tópico. Ya que esta debilidad , incluye a las comunidades de la diáspora y no solo a la Mediná como Estado o Nación.
Trabajar por la unidad y la fraternidad, no implica quitar el derecho a discrepar o manifestarse, pero toda diferencia debe ser debatida en mesas o recintos destinados a que cada uno pueda expresar lo que piensa o siente, sin tener que tomar instituciones, agredir a la policía o bloquear calles o accesos a instalaciones como bases o aeropuertos.
Si podemos aprender de nuestras experiencias, vamos en la senda correcta, y por el contrario, los nefastos e indeseados resultados de pujas y contiendas, donde muchas veces todo el objetivo se desvirtúa y apunta a quedarse solo con una cuota o alícuota del poder. desplazar a otros y hacer negocios a cualquier precio, nos colocamos todos en una frágil posición donde manos extrañas y crueles pueden quedarse con nuestras vidas y robarnos nuestros hijos y todos nuestros seres queridos. Ingresar en nuestras casas y quedarse con nuestras tierras.
Son momentos donde las mezquindades deben ser dejadas de lado, el peligro de la hora lo impone.
Saludos a todos mis amigos de Aurora.
Y Shabat Shalom a todos.
Dr. Natalio Daitch