El Gobierno iraní anunció que ha decidido no castigar a la mujeres que no usen el obligatorio velo islámico y la presencia de la ‘Policía de la moral’ se ha reducido en las calles de Teherán, pero muchas iraníes desconfían y consideran que se trata de una situación pasajera provocada por las tensiones que vive el país.
En las calles de capital iraní es palpable que se ha relajado la imposición del velo y muchas mujeres van con el cabello al aire, lo que se ha convertido en un gesto de desobediencia civil desde la muerte de Mahsa Amini en 2022 tras ser detenida por llevar mal puesto el hiyab.
Las patrullas de la ‘Policía de la moral’ prácticamente han desaparecido de las calles y las presentes en algunas plazas no parece que estén activas, como hasta recientemente cuando arrestaban a mujeres.
“Lo cierto es que sí se ha relajado un poco la presión que había en contra de las mujeres por el velo, pero aún sigo viendo vigilantes que llaman la atención verbalmente”, dice Parvane, trabajadora de 28 años de un salón de belleza que no lleva hiyab.
A pesar de que la situación ha mejorado en los últimos meses, la joven asegura que desconfía.
“No me fío de ninguna de las autoridades ni de nadie que esté en el sistema (político)”, afirma en referencia al vicepresidente para Asuntos Estratégicos de Irán, Javad Zarif, quien la semana pasada afirmó que el Gobierno ha decidido no penalizar a las mujeres que no usan velo.
Zarif afirmó en Davos que la relajación de la presión sobre las mujeres es una promesa electoral del presidente Masud Pezeshkian, y que se está manteniendo con el “consenso” del Parlamento, el Poder Judicial y el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
Las declaraciones del político provocaron críticas de los sectores más conservadores del país islámico, que han llegado a pedir su dimisión, mientras la población más progresista no acaba de creerle.
El velo sigue siendo obligatorio por ley, que castiga hasta con dos meses de cárcel a las mujeres que no se cubren con un velo.
Descontento popular
Parvane considera que la relajación de las normas de vestimenta se debe a las tensiones que vive el país por la situación regional con la guerra de Gaza, el pulso con Israel y la crisis económica.
“La prioridad del Gobierno ahora no es el velo y tampoco les interesa aumentar el descontento popular”, opina la joven, quien fue arrestada en el pasado en dos ocasiones por no cubrirse el cabello.
Parimah, escultora 42 años, coincide en que al Gobierno se le acumulan las crisis y no le interesa ahora aumentar el “descontento popular” por lo que han optado por no imponer el velo por el momento.
Ella misma no usa el velo desde la muerte de Amini y asegura que no piensa usarlo.
“El objetivo es mostrar que me opongo al hiyab obligatorio y a la represión contra las mujeres. Queremos más libertades”, explica esta mujer que participó en las protestas de 2022 desatadas por la muerte de Amini.
La muerte de la joven kurda de 22 años provocó unas protestas de marcado tono feminista en las que se pidió el fin de la República Islámica al grito de “Mujer, vida, libertad”, y que solo desaparecieron tras una represión que causó 500 muertos y la detención de 22.000 personas.
Desde entonces muchas iraníes dejaron de usar el velo como gesto de desobediencia y las autoridades tratan sin éxito de reimponer la prenda a pesar de una represión que incluye la confiscación de vehículos e incluso latigazos.
Para muchas el velo es sencillamente el símbolo que representa la represión de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979 y no usarlo supone una forma de resistencia.
“Seguiré saliendo a la calle sin velo y no tengo miedo de nada”, dice Farzaneh, enfermera de 59 años que asegura que dejó de cubrirse tras la muerte de Amini. “El objetivo final es alcanzar la libertad. Ahora soy vieja pero lucho para que mis hijos y mis nietos puedan vivir en libertad en el futuro”, asegura.
Jaime León de Efe colaboró con este artículo de Aurora.
Mujeres valientes de Irán, AGUANTEN!!!!!
Es poco menos que esperpéntico que en occidente los partidos moderados de izquierdas y los comunistas defiendan este islam más radical, incluso el que fue líder comunista del español partido Podemos, Pablo Iglesias, dirigía un programa de debate político que luego era emitido en la televisión internacional iraní en español HispanTV, siempre hablando de cosas propias del comunismo, incluyendo los derechos de las mujeres, de homosexuales, etc., sin olvidar el anti-imperialismo americano y el anti-sionismo, se desconoce si le pagaban algo a cambio o si estos pagos eran legales, ya que en España está prohibido que un partido político reciba financiación del extranjero, ya no digamos de estados extranjeros. Relacionado con esto, la policía española manipuló o inventó una investigación, aunque luego la denuncia fue desestimada por los tribunales españoles tras varios años utilizándola los medios de la derechona y los fascistas para manipular a su electorado.
Al parecer, los comunistas justifican esta defensa en principio incoherente con los ideales de izquierdas porque es necesario recurrir a cualquier medio para lograr votos, sobre todo en España con una sociedad clientelar y muy clasista dominada por las grandes empresas, mientras que intelectualmente los comunistas se justifican con algo así como respetar o permitir las tradiciones de los “pueblos”, como serían las tradiciones religiosas de los países o regímenes musulmanes, y porque las mujeres musulmanas cuando por ejemplo se cubren la cabeza lo hacen con “libertad”, lo que sería compatible con el comunismo. Si bien, localmente, al menos en España, los comunistas son una especie de fundamentalistas en estos asuntos, naturalmente en el sentido contrario, de permitir la plena libertad de expresión, igualdad total de las mujeres, también de los homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales, etc, o también libertad a la hora de las prácticas sexuales en todas las formas admitidas.
Sobre las prácticas sexuales ilegales como la pederastia, los comunistas españoles son totalmente intransigentes a nivel local, por ejemplo, los comunistas españoles prácticamente son los únicos que denuncian la pederastia en la Iglesia Católica Española. Se estima que España es un país similar o incluso peor que los demás países católicos, en los que en recientes años se han destapado grandes escándalos de pederastia. Según una reciente estimación basada en una encuesta oficial del Defensor del Pueblo, un cargo oficial del gobierno, más de 400.000 españoles son víctimas de abusos sexuales de la Iglesia Católica Española, sin embargo, tan solo han podido destaparse unos 2.800 casos, y esto solo por una reciente iniciativa del diario socialista El País, denuncias que en su inmensa mayoría no van a llegar a ninguna parte por las leyes españolas sobre abusos a menores y por las manipulaciones de la Iglesia Católica España y sus sectas ultracatólicas, más los apoyos de la derechona y fascistas españoles. Por ejemplo,, en la provincia donde resido se han publicado en el diario El País dos casos, que encima la Iglesia Católica Española, o el despacho de abogados caros que ha contratado relacionado con la secta ultracatólica española del Opus Dei, ha mezclado en su investigación particular y lo han convertido en un único caso mezclando datos de los dos, cuando se estima que, solo en la provincia, debe haber al menos 7.000 casos de pederastia que aun no han aparecido, y seguramente nunca aparecerán por mucho que se empeñen los comunistas españoles.
En contraste con esta política comunista de tolerancia cero con la pederastia religiosa local, en países musulmanes que son sus amigos, como Irán, es conocido que los líderes religiosos permiten los casamientos de hombres mayores con niñas, aunque sobre todo se dan en las zonas rurales, o hace unos días en Irak el gobierno aprobó permitir estos casamientos con niñas legalmente, por su interpretación del Corán o en las leyes tradicionales religiosas musulmanas. Los comunistas españoles son totalmente incongruentes en los que hacen o dicen en España y lo que dicen para los países extranjeros musulmanes, aunque también serían incongruentes con los inmigrantes musulmanes españoles, por ejemplo en el partido tiene alguna destacada política musulmana palestina o en su diario Público hace unos años escribía artículos de opinión un gazatí relacionado con Hamás.