mié. Ene 22nd, 2025

El Jubileo de 2025 impulsa el turismo de peregrinaje

24 de diciembre de 2024 , ,
Vista de la localidad de Potes, en el valle de Liébana, Cantabria. (Foto: Elías Levy Benarroch)

Elías Levy Benarroch – Santander – España.

El mundo cristiano celebra esta Navidad el comienzo de un nuevo año jubilar en el que espera potenciar el peregrinaje a los lugares santos con un mensaje de “esperanza” para un mundo cada vez más materialista y carcomido por los conflictos. El Jubileo de 2025 lo inaugurará el Papa Francisco al abrir esta Nochebuena la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en Roma, dando pie a un período de indulgencias a los fieles.

Una oportunidad que la Iglesia también quiere aprovechar para relanzar el “peregrinaje”, a diferencia del “turismo religioso” que interpreta como una expresión genérica sin contenido porque es “un todo y un nada”. “La Iglesia habla desde hace muchos años de ‘Pastoral del turismo’. Nuestra tarea no es organizar viajes, ni paseos, ni dar vueltas por el mundo. Nosotros nos dedicamos a la evangelización del mundo del turismo”, aclaró el reverendo Gustavo Riveiro, responsable del departamento de Pastoral del Turismo de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en un encuentro internacional en Cantabria, en el norte de España.

Vista de la localidad de Potes, en el valle de Liébana, Cantabria. (Foto: Elías Levy Benarroch)

En la bella localidad medieval de Potes, en un valle entre las nevadas cimas de los Picos de Europa, el religioso de origen argentino y párroco de Paiporta (la zona cero de las recientes riadas en Valencia), destacó que “el turismo religioso va despertando en la Iglesia un interés enorme” y que “nuestra tarea es pastoral, no estructural. No quiere decir que la Iglesia no organice viajes, como el peregrinaje a Tierra Santa, pero no es nuestra tarea. La nuestra es pastoral”.

SECTOR EN AUGE

En declaraciones a Aurora, Riveiro adelantó que el mes que viene participará en una conferencia sobre peregrinaje a Tierra Santa que ha organizado la Oficina de Turismo de Israel en España con motivo de la Feria de FITUR, a celebrarse en Madrid los días 22 a 26 de enero. Pero añade que mientras persista la situación de guerra en la zona, será difícil concretar una estrategia porque a nadie le gusta acudir a zonas de conflicto.

El turismo religioso, en su concepción más amplia, ha experimentado en los últimos años un auge exponencial, y según la Organización Mundial del Turismo (OMT) son más de 330 millones las personas que emprenden este tipo de viajes por todo el mundo, de un total de más de 1.400 millones de turistas anuales. Más difícil es conocer su verdadero potencial de mercado, y aunque las agencias especializadas y think tanks estiman que un crecimiento anual de entre 6 y 8 por ciento, no se ponen de acuerdo en los ingresos que genera. Los minimalistas los cifran en decenas de miles de millones de dólares al año. Los maximalistas en cientos de miles de millones e incluso más.

Por poner un ejemplo. Este 2024 se espera que hayan visitado España 95 millones de turistas, de los que el 17%, según Antonio Santos del Valle, presidente del think tank “Tourism and Society” y uno de los organizadores del encuentro de Cantabria, son catalogables como “turismo religioso”. Si sus ingresos directos e indirectos del turismo ascendieron en 2023 a 180.000 millones de euros (12,8% del PIB), la parte pertinente del turismo religioso representaría unos 23.000 millones. Y recuerda que la ciudad de “Santiago de Compostela (en Galicia) recibe más turistas que muchos países del mundo. Es la suma de muchos destinos, y no sólo turismo internacional, también nacional”.

Entre los grandes iconos del turismo espiritual o religioso en España se encuentran también las romerías del Rocío y de la Virgen de la Cabeza, Liébana, Covadonga, Monserrat, y la popular Semana Santa andaluza. Pero no son ni mucho menos los únicos.

ENCUENTRO INTERNACIONAL

El encuentro internacional en Cantabria, impulsado también por la Red Mundial de Destinos de Turismo Religioso y Espiritual, reunió a más de 30 eclesiásticos, expertos en turismo y periodistas de una decena de países, y tuvo como trasfondo el llamado Camino Lebaniego, un ramal  del Camino de la Costa hacia Santiago de Compostela que se extiende desde el mar hasta el Monasterio de Santo Toribio, en los Picos de Europa.

Pablo Delclaux Muller, director del Departamento de Patrimonio Cultural en la Conferencia Episcopal Española (CEE); Gustavo Riveiro, responsable del Departamento de Pastoral del Turismo de la CEE; y Pilar Gómez Bahamonde, directora de la Fundación Camino Lebaniego, durante una mesa redonda en Potes (Cantabria, España) sobre Turismo religioso. (Foto: Gema López Fernández)

En sus alrededor de 70 kilómetros, una gran diversidad de paisajes desde las costas cántabras hasta las montañas del norte peninsular, pasando por desfiladeros y parajes de una imponente belleza natural e histórica. Sus pintorescos pueblos e iglesias, muchos medievales, son vivos testigos de un pasado que nos ha heredado un rico patrimonio cultural y religioso, que la Fundación Camino Lebaniego trata de impulsar como destino espiritual y de fe.

LA RELIQUIA MÁS GRANDE DE LA CRUZ

El premio final de este peregrinaje de varios días: acariciar y arrodillarse ante el “Lignum Crucis” (“madera de la cruz”) que Santo Toribio de Astorga trajo a España desde Tierra Santa. Se trata del fragmento más grande conocido de la cruz que Santa Elena, madre del emperador romano Constantino, encontró en Jerusalén en el siglo IV: “Ella hizo fragmentos, dejó uno en Jerusalén, otro en Roma y otro en Constantinopla. El trozo aquí, del brazo izquierdo de la cruz, corresponde al fragmento de Jerusalén y tiene 63 cms de alto por 39 cm de travesaño”, explica a Aurora la directora de la Fundación, Pilar Gómez Bahamonde.

Parajes naturales en el Camino Lebaniego
(Foto: Elías Levy Benarroch)

El madero, de cupressus sempervirens (ciprés mediterráneo), está datado hace más de 2.000 años según los análisis realizados, y hoy están protegidos en una estauroteca cruciforme de plata dorada para que no sufra ningún daño, en particular después del increíble viaje que, según la tradición, hizo desde Jerusalén. “Llega aquí porque Santo Toribio (S.V) la trajo para protegerla. Se la dio el Patriarca en Jerusalén. A su regreso, Toribio pasa por Roma y con la anuencia del Papa le es otorgada esta reliquia para su ciudad. Con la invasión musulmana de España (a partir del 711), cristianos de Astorga cogen las reliquias y atraviesan las montañas hacia el norte hasta llegar aquí a un monasterio en los Picos de Europa: un reducto en la que dejarla a salvo”, precisa Gómez. “Para nosotros esto es un testimonio directo de un tesoro de la cristiandad que se viene custodiando entre estas montañas durante más de 1.000 años. Es un reducto de religiosidad y espiritualidad”, subraya.

Existen sólo cuatro Años Jubilares declarados en la Edad Media: Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y el Monasterio de Santo Toribio.

DEVOLVER LA ESENCIA DE LA FE AL PATRIMONIO

Como otros caminos similares, el peregrinaje a este Monasterio medieval cántabro resulta una simbiosis de experiencias personales de carácter espiritual, pero también de contemplación terrenal. Santos del Valle explica, en ese sentido, que “los destinos religiosos son normalmente históricos, con lo cual se mezcla en ellos cultura, patrimonio, identidad y religión” pero “cuando hablamos de turismo religioso el objetivo del turista es visitar un espacio relacionado con todo el ecosistema de la religión o la espiritualidad”.

Y la Iglesia quiere potenciar ese espíritu mediante una serie de medidas que, por ejemplo, ayuden a trasladar al visitante la esencia del patrimonio que visita. “Cuando uno va a un edificio religioso y le explican un cuadro tiene que vibrar y entender la fe cristiana. No hay por qué catequizar, pero sí mostrar la verdad para la que fue creada esa obra en concreto. Esa es mi misión”, destacó en el encuentro el reverendo Pablo Delclaux Muller, director del Departamento de Patrimonio Cultural en la CEE. El prelado recalcó que, “no se trata de evangelizar ni catequizar, sino de explicar la verdad cristiana desde el punto de vista del artista que creó esa obra”.

Estrategias y medidas aplicables casi a cualquier confesión y que buscan que el peregrino disfrute del camino y se encuentre con su fe porque, en definitiva, el “descanso” espiritual y físico tiene los mandamientos divinos como fuente de inspiración.

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