Una carpa de la Guardia de Frontera fue quemada anoche en las cercanías del asentamiento de Yitzhar, en Cisjordania (Judea y Samaria), bajo el telón de fondo de la creciente tensión entre los soldados israelíes y los colonos de extrema derecha.
El sospechoso huyó de la escena, desatando un rastrillaje policial en la zona. No se registraron heridos en el incidente.
La carpa había sido instalada en el contexto de un cordón establecido la zona, que fue declarada área militar cerrada, horas después de que varias construcciones ilegales fueran demolidas en el área.
El viernes, extremistas judíos atacaron a los soldados en el acceso a Yizthar, durante maniobras militares, hiriendo levemente al comandante de una unidad de la Brigada Golani de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Un sospechoso fue detenido pero luego liberado. Dos días más tarde, alrededor de una treintena de colonos extremistas atacaron con piedras a los soldados, tras el arresto de un habitante de la localidad sospechoso de bloquear el paso del vehículo militar de un comandante de la Brigada Golani.
El primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, y su rival, el líder del partido Azul y Blanco (Kajol Laván), repudiaron el ataque contra los soldados israelíes. Los líderes locales condenaron la demolición de las estructuras ilegales alegando que se trata de una peligrosa provocación.