Joseph Hodara
¿Es razonable suponer que el Primer Ministro Netanyahu ignoraba que su abogado personal y pariente cercano estaba íntimamente vinculado con la adquisición de tres submarinos alemanes, proyecto que habría de premiarlo con varios millones de euros? ¿Cómo se vincula esta circunstancia con el cambio ministerial que tuvo lugar en tiempos recientes en el manejo y la orientación de los temas vinculados con la seguridad nacional? ¿Es ésta la verdadera causa del desalojo de Bugui Yaalón de esta importante cartera? ¿Revelará el asesor gubernamental en materia jurídica – nombramiento del Primer Ministro – capacidad y disposición para ordenar sin dilaciones la honesta pesquisa de este oscuro asunto? Y en fin: ¿apresurará el actual gobierno las medidas orientadas a mejor controlar los medios masivos de comunicación – con acento en algunos canales televisivos – con el propósito de esconder lo que se esconde debajo del agua?
Temas que se suman a otros. Por ejemplo, figuras que se desempeñaron como presidente y primer ministro del país, que hoy están en la cárcel; el asombro que suscita en la ciudadanía un militar y político que multiplicó sus ingresos en breve tiempo; el pasado aún no debidamente esclarecido de una importante figura- hoy en el gobierno – que maneja sensibles asuntos que deciden la vida y la muerte de no pocos: ejemplos y temas que indican que algo grave afea y abruma la escena nacional. Deben ser planteados con filoso rigor.
Claramente, hay gobiernos – en otros lugares – que imponen o disimulan sus descarríos y falsedades considerando que la ciudadanía está bajo estricto control y que, por ineptitud o apatía, son ínfimas sus posibilidades de rebelarse pasiva o activamente en contra de ellos. No es el caso de Israel, país cuya legitimidad sustantiva depende de su ética, de la libre y activa elección de sus componentes, y de la leal fidelidad de sus líderes a las hondas raíces que lo modelaron. Por añadidura, negativos serán los resultados en la diáspora judía y en el juicio internacional si estos temas e interrogantes quedarán sumergidos en la oscuridad.