El mercado de valores de Tel Aviv (TASE, por sus siglas en inglés) se desplomó en su apertura tras las pérdidas en Nueva York de la semana anterior, informó el diario económico Globes.
Las caídas más pronunciadas se dieron en compañías que cotizan tanto en el mercado nacional como en el estadounidense.
A las 16:00 (14:00 GMT), el índice TA 35 había bajado un 5.43 por ciento y el índice TA 125, un 5.08 por ciento.
La semana pasada se cerró con fuertes caídas en Wall Street después de una volátil sesión que contagió a los mercados de valores mundiales.
En Israel no hay comercio el viernes, pero sí en Wall Street, y la disparidad en la actividad abrió grandes brechas de arbitraje entre los precios de cierre de las acciones del jueves en Tel Aviv y los de cierre en Wall Street el viernes, lo cual, señalan los comentaristas, hizo inevitable que las acciones israelíes comenzaran el día de hoy en números rojos.
El viernes, un día de grandes pérdidas, remató la peor semana en siete años del mercado estadounidense, en la que todos los índices importantes bajaron de un 16 a un 26 por ciento de sus máximos alcanzados durante el verano y el otoño.
Diciembre suele ser el mes más fuerte para los accionistas estadounidenses, pero este año ningún sector del mercado se ha salvado, según los analistas, ni las grandes multinacionales ni las pequeñas compañías locales.
Según Globes, una de las causas inmediatas de la aceleración en la caída de precios del viernes en Wall Street fue el comentario del asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, quien dijo que Washington y Pekín probablemente no alcancen ningún acuerdo de negocio en los próximos tres meses salvo que China acepte llevar a cabo un cambio profundo en su política económica. EFE
Eso no es nada, durante los años de la crisis en España pasaba lo mismo o peor con mucha frecuencia, el principal índice de referencia español, el IBEX35 de las 35 empresas más importantes de España, bajaba hasta un 7-8% en una sola sesión, sobre todo los bancos españoles como el Banco Santander que llegó a estar en mínimos históricos, la secuencia siempre era la misma: la bolsa española abría a las 9 y bajaba de repente un 1-2% para ajustarse al cierre de Estados Unidos, luego los gráficos iban dibujando dientes de sierre con tendencia hacia abajo, y finalmente abría Nueva York a las 3-4 de la tarde y si la bolsa de España no estaba igual de mal daba un nuevo buen bajón, al día siguiente vuelta a empezar. Con el tiempo hubo un vuelco en todas las bolsas, incluída la española, durante unos meses, pero de nuevo volvieron a bajar. Dentro de Europa la principal influencia eran las decisiones del Banco Central Europeo, como bajadas de interés, estímulos económicos, o los resultados de los tests de stress a los bancos, dependiendo de la credibilidad así se comportaban las bolsas. En España prácticamente todos los bancos, grandes y pequeños, pasaban siempre los test de stress, los bancos recibieron mucho dinero del estado que la mayoría nunca se va a recuperar y luego el gobierno de la derecha del PP ocultó que recibió un rescate para quedar bien ante sus votantes y de paso en Europa no convenía alarmar más a los asustadizos mercados con una posible nueva Grecia de mucho mayor tamaño, pero de todas formas los inversores no terminaban de fiarse, España formaba parte del dudosamente privilegiado grupo de los países PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Gracia y Spain), los de las crisis económicas más profundas acusados de arrastrar al resto de Europa, además los bancos españoles y la economía española habían dependido casi en exclusiva del ladrillo, con las correspondientes corrupciones generalizadas, blanqueo de dinero de las mafias extranjeras asentadas en España, y la inoperancia de los españoles que no conocían ningún otro oficio ni estudios útiles, tampoco ayudaban las estafas que pusieron en práctica todos los bancos españoles con los ciudadanos de a pie, por órdenes de las directivas para apurar más los beneficios, colocaron productos financieros de muy alto riesgo, para expertos inversionistas, a pensionistas y hasta a clientes analfabetos que apenas sabían firmar con el pùlgar, que ponían sus ahorros de toda la vida porque les prometieron intereses muy altos, sin riesgo y con recuperación del dinero cuando quisieran, todo los contrario a la realidad. De esta manera la crisis se cebó especialmente con España, y durante un breve gobierno de la izquierda socialista la derecha aprovechó para criticar su inoperancia en la economia y así de paso despistar a los españoles con su culpa, ya que fue durante sus gobiernos cuando hubo una corrupción generalizada y crearon una economía dependiente en exclusiva del ladrillo, fueron los años de vacas gordas, cuando España llegó a aspirar a estar entre el grupo de los 7 países más ricos del mundo del G7. Las críticas de la derecha del Partido Popular fueron calando poco a poco y el gobierno socialista ordenó al servicio secreto español, el CNI, investigar las fuerzas externas extranjeras que estaban invirtiendo contra España en cortos, término que se puso de moda entre los españoles comunes, los cortos o derivados son inversiones a favor o en contra con apalancamiento o multiplicación por varias veces de los beneficios, y también del riesgo ya que no es una inversión ilegal que salga gratis, estos muy ricos extranjeros reunidos en grandes fondos de inversión serían los que provocaban el pánico en las bolsas españolas, así que hasta los socialistas copiaron las conspiraciones fascistas de echar sus culpas a algo extranjero oculto.