Infobae presenta en exclusiva en español la serie, que promete convertirse en un documento histórico sobre la represión, el terror y la resistencia en el Líbano contemporáneo.
El Centro para las Comunicaciones por la Paz presenta una investigación sin precedentes con ocho episodios que documentan, mediante testimonios reales y animación, una red de terror, reclutamiento infantil, tráfico sexual y opresión sistemática de la organización libanesa respaldada por Irán
Una reveladora serie documental ofrece una mirada sin precedentes a los crímenes de Hezbollah, exponiendo mediante testimonios estremecedores la brutalidad del grupo terrorista libanés respaldado por Irán.
Producida por la ONG Centro para las Comunicaciones por la Paz, la serie “Los rehenes de Hezbollah” presenta ocho episodios construidos con entrevistas de opositores chiítas y víctimas sunitas que arriesgaron sus vidas para contar la verdad.
Para proteger la identidad de los entrevistados, los productores utilizaron técnicas de animación de vanguardia que preservan la autenticidad de los relatos. Las voces son genuinas: personas que han experimentado directamente la opresión de Hezbollah y que decidieron romper el silencio a pesar del riesgo personal.
Los productores utilizaron técnicas de animación de vanguardia que preservan la autenticidad de los relatos
Se trata de la misma técnica que la ONG había utilizado en “Susurrando en Gaza”, otra serie animada que mostró los testimonios de palestinos sometidos al régimen de Hamas.
Ahora, los nuevos testimonios estremecedores ofrecen un panorama demoledor sobre cómo Hezbollah ha sembrado el terror en Líbano, Siria, Israel y más allá (entre otras cosas, el grupo es considerado responsable del devastador atentado contra la AMIA en Buenos Aires en 1994, considerado hasta el 7 de octubre el mayor asesinato en masa de judíos desde el Holocausto).
Historias que estremecen
La serie aborda aspectos oscuros del grupo terrorista desde múltiples perspectivas. Desde el reclutamiento de niños para combatir en la guerra civil siria hasta redes de tráfico sexual, pasando por el contrabando de drogas y la represión sistemática de voces disidentes, cada episodio revela una cara más siniestra de Hezbollah.
Un episodio particularmente impactante narra la historia de un joven chiíta libanés, Husein, cuya educación estuvo marcada por la propaganda del odio hacia Israel. Sin embargo, su encuentro con estudiantes israelíes durante un intercambio en Occidente transformó radicalmente su visión, llevándolo a arriesgar su vida al abogar por la paz entre su comunidad.
“Los rehenes de Hezbollah” es también un testimonio de coraje. Mujeres como Nadia, que logra escapar de la opresión ultrarreligiosa, o activistas que desafiaron al grupo durante la Revolución del 17 de octubre en Líbano, representan la resistencia contra el terror.
A continuación, los ocho capítulos de la serie:
El combatiente
Un retrato desgarrador del reclutamiento de niños chiítas en la guerra civil siria. El documental sigue la historia de un joven inocente seducido por la maquinaria de Hezbollah, mostrando cómo la organización transforma a menores en soldados, arrancándolos de su infancia y adoctrinándolos en una ideología de violencia y odio.
La esclava sexual
Un testimonio escalofriante de una mujer siria secuestrada por Hezbollah. El episodio revela, por primera vez con tal crudeza, la red de tráfico sexual de la organización. La víctima narra su calvario de meses de cautiverio, violaciones sistemáticas y abuso, exponiendo el lado más oscuro de la brutalidad del grupo terrorista.
La droga yihadista
Una investigación profunda sobre el Captagon, la droga que financia las operaciones de Hezbollah. A través del testimonio de un contrabandista arrepentido, el documental expone cómo el narcotráfico se ha convertido en un instrumento fundamental para financiar el terrorismo, atrayendo a jóvenes a un mundo de destrucción personal y colectiva.
Un libanés al que le enseñaron a odiar a Israel
La historia de transformación de Husein, un joven chiíta cuyo viaje personal desafía la narrativa del odio. Criado bajo la propaganda de Hezbollah que presentaba a los israelíes como “zombis”, su encuentro con estudiantes israelíes durante un intercambio universitario demolió completamente sus prejuicios, convirtiéndolo en un activista por la paz.
Hezbolalandia
Un análisis exhaustivo de Dahiyeh, el bastión de Hezbollah en el sur de Beirut. El episodio desentraña cómo este barrio se ha convertido en el centro neurálgico del poder iraní en Líbano, un estado dentro del estado que opera con sus propias reglas y estructura de poder.
Golpeado por Hezbollah
El brutal relato de Ali, un joven chiíta que fue salvajemente atacado por miembros de Hezbollah tras caminar con amigos. A pesar de las advertencias de su familia sobre los peligros de desafiar al grupo, decidió llevar a sus agresores ante la justicia, exponiendo su valentía frente al terror institucionalizado.
Hezbollah reprimió una revolución
Testimonios directos de dos mujeres que participaron en la Revolución del 17 de octubre en Líbano. El episodio muestra cómo los agentes de Hezbollah atacaron brutalmente a los manifestantes mientras la policía permanecía impasible, revelando el rol del grupo en la supresión de movimientos populares por la libertad.
La mujer libanesa que desafió la ortodoxia
El retrato de Nadia, una mujer que logró liberarse de la opresión de Hezbollah. Su historia es un símbolo de resistencia contra el control ultrarreligioso, mostrando el coraje individual frente a estructuras de poder patriarcales y fundamentalistas.
No sé cómo los partidos comunistas pueden apoyar a Irán y a sus organizaciones satélites terroristas yihadistas, seguramente dirán que estos vídeos son inventados o una exageración, porque en ninguno se encuentra nada parecido ni mńimanente aproximado a los ideales de izquierdas ni a los programas políticos de estos partidos en occidente, siempre son los que más defienden los derechos de las mujeres, homosexuales, etc. especialmente son contrarios a los abusos sexuales, o hasta están en contra de la prostitución.
No es que la ultraderecha y sus muchos camaradas sean menos coherentes, por ejemplo los españoles, al contrario que muchos de sus correligionarios europeos, también suelen ser muy católicos, por no decir que son más papistas que el Papa, con lo que esto se presupone que supone, o por ejemplo desde siempre los fascistas y neonazis españoles al menos cara al público han sido contrarios a vicios como el sexo o las drogas. Sin embargo tenemos ciudades españolas donde los fascistas y neonazis son numerosos y están más organizados, como Madrid o sobre todo Valencia, donde han sido denunciados por su actos violentos contra los ciudadanos de izquierdas, los homosexuales, y el largo etcétera de todo el que no entre en su muy reducido espectro ideológico. Salvando las distancias, estos fascistas españoles no están muy alejados del control que ejerce Hezbolá en las zonas que controla.
En Valencia se hizo fuerte el partido fascistas y neonazi España 2000, que estaba destinado a convertirse en el gran partido ultraderechista español copiando a otros del nuevo auge de la ultraderecha en Europa. Este partido está dirigido por José Luís Roberto, alias «el Cojo», el destinado a ser «el Le Pen español», incluso recibió el apoyo de Le Pen padre cuando éste ya contaba con numerosos votos en Francia, pero al final fue el partido fascista Vox el que se llevó el gato al agua en España, que llegó luego y de rebote ya cuando el partido de «el Le Pen español» se hizo evidente que acabó siendo un bluff, quizás por ser un conocido partido repleto de violentos fascistas y neonazis valencianos que recibían continuas denuncias por agresiones, aparte de que su líder en el pasado fue juzgado por terrorismo ultraderechista, o en la actualidad se encargaba de dirigir varias empresas, como la violenta empresa de seguridad privada Levantina de Seguridad, o las peleas de vele-tudo, o una red española de gimnasios para fascistas que han expandido por toda España, llegando a entrenar a policías españoles o también fueron contratados por varias administraciones para llevar la seguridad privada de edificios públicos. Este líder fascista junto con sus adláteres también dirigía la asociación de puticlubs españoles ANELA, pretendían legalizar los puticlubs españoles, argumentando que sus puticlubs eran distintos o distinguidos con respecto a los demás puticlubs o a las otras muchas prostitutas que se encuentran en España, con las suyas limpias y controladas de enfermedades venéreas. En España, es de sobra conocido, o ha sido muchas veces publicado en prensa española, que el número de mujeres que ejercen la prostitución es muy numeroso, controladas por muchas mafias de varios países, siendo las mafias rumanas las que controlan el 60% de este negocio en España. También existen muchos tipos o niveles de prostitución, sin embargo, en general, el perfil más común puede ser la prostituta inmigrante que comenzó a ejercer de prostituta siendo menor de edad, seguramente engañada o bajo las amenazas de las muy violentas mafias dedicadas a la prostitución. Y muchas aun eran menores de edad cuando llegaron a España o las mafias las trasladaron a España. También se da el tráfico de esclavas sexuales, incluso con grupos de neonazis moteros que han sido acusados en años recientes de dedicarse a esto, entre sus otros muchos negocios criminales. Entre los neonazis españoles también se está dando el fenómeno del narcotráfico, como por ejemplo es el caso del líder de la peña neonazi Yomus del Valencia, Vicente Estruch, un muy violento neonazi también compadre de José Luís Roberto, le condecoró en un acto público para fascistas por ser un ciudadano ejemplar, lo que para estos perlas es ser muy violento contra los ciudadanos de otras ideologías.