Hassan Nasrallah Foto: Khamenei.ir CC BY 4.0 vía Wikimedia Commons

Por Orna Mizrahi

En una referencia explícita a las consecuencias de la operación en Gaza sobre el Líbano, afirmó que Israel ataca en Gaza, pero envía mensajes al Líbano, aclaró que Israel se equivoca si piensa que disuade a los libaneses y advirtió que los ataques en Gaza no afectan a Hezbollah y al Líbano, que no se quedarán callados ni siquiera ante un solo ataque.

Refiriéndose a la intención de Israel de comenzar a producir gas en [el campo de] Karish, amenazó con que “la mano que saquee cualquier cosa de los recursos del Líbano será cortada” y que Hezbollah es más fuerte que nunca, confía en su victoria y está listo para ir hasta el final.

Su advertencia explícita contra la adaptación de la política de eliminación selectiva de figuras clave al Líbano también es particularmente interesante.

La retórica arrogante de Nasrallah y las continuas y duras amenazas revelan paradójicamente su decepción y vergüenza por los resultados de la operación.

De hecho, a pesar de las diferencias sustanciales entre la Yihad Islámica Palestina en Gaza y Hezbollah en el Líbano; la Operación Alba también es una lección importante para Nasrallah y fortalece la disuasión de Israel contra Hezbollah.

En esta breve operación se demostró que Israel no rehúye a iniciar movimientos militares; las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) demostraron capacidades militares impresionantes, especialmente inteligencia, defensa (96% de éxito en la interceptación de 1.100 cohetes) y capacidades de ataque (daño letal al alto mando y a las capacidades de la Yihad Islámica) precisas; el frente interno israelí exhibe una fuerte resiliencia (contrariamente a la «teoría de la telaraña», que Nasrallah repite en sus discursos sobre la debilidad de la sociedad israelí); la determinación y cohesión del liderazgo israelí (incluso durante el gobierno de transición) es evidente, al igual que la falta de presión sobre Israel por parte del sistema internacional.

Sin embargo, no debe presumirse que la posibilidad de un deterioro hacia un enfrentamiento en la arena norte ha desaparecido por completo de la agenda.

El tema continuará con una intensidad aún mayor en el próximo mes, en paralelo con los continuos esfuerzos del mediador estadounidense Amos Hochstein para llegar a un acuerdo entre Israel y el Líbano sobre el tema del gas en alta mar.

Nasrallah, quien marcó el comienzo de septiembre como un punto de prueba, cuando se supone que Energean, la compañía que opera en Karish, comenzará a producir gas, continuará amenazando y presionando.

Además, incluso si los esfuerzos de Hochstein por llegar a un acuerdo entre las partes dan sus frutos; Israel debería prepararse para la posibilidad de que Nasrallah se esfuerce por mantener la tensión para seguir tratando de demostrar su contribución a los intereses libaneses.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies

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2 thoughts on “Operación Alba y disuasión de Hezbollah”

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