En el marco de la guerra y el incremento de la incertidumbre política y social, el ecosistema tecnológico de Israel enfrenta desafíos. Una de las principales preocupaciones es la escasez preocupante de ingenieros y especialistas, amenazando el desarrollo de tecnologías clave para el país.
Para abordar esta crisis, se creó Israel Nevo Labs, una iniciativa del inversor estadounidense Sender Cohen, conocido por gestionar fondos para figuras como George Soros y Stanley Druckenmiller.
Se trata de un ambicioso proyecto que busca recaudar 800 millones de dólares para establecer un laboratorio de investigación científica y de innovación comercial, centrado en áreas estratégicas como biología sintética, computación cuántica e inteligencia artificial, con el objetivo de revertir la fuga de cerebros, atraer talento y mantener la competitividad de Israel en tecnologías avanzadas.
Cohen ha unido fuerzas con Michael Eisenberg, cofundador de Aleph, y Adam Fisher, socio de Bessemer Venture Partners, para conseguir inversores y materializar esta iniciativa.