El viernes un potente terremoto de magnitud 7.7 sacudió Tailandia y Myanmar. El movimiento causó la muerte de al menos 6 personas, además del colapso de edificios y la evacuación masiva de miles de personas.
Según informes preliminares del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y el Centro GFZ de Geociencias de Alemania, el epicentro del sismo se localizó en Myanmar,y poco después, una réplica de magnitud 6.4 volvió a estremecer la región.
En Bangkok, un edificio en construcción se desplomó, dejando atrapadas a varias personas bajo los escombros. Al menos tres trabajadores murieron allí, y los equipos de rescate continúan buscando sobrevivientes. La ciudad entró en estado de emergencia, los servicios de metro y tren elevado fueron suspendidos y miles de personas evacuaron centros comerciales, oficinas y apartamentos.
En Myanmar, el sismo afectó gravemente la ciudad de Mandalay y otras localidades cercanas al epicentro. En Taungnoo, una mezquita se derrumbó parcialmente, matando al menos a tres personas que estaban rezando en el momento del temblor.
El impacto también se sintió en la capital, Naypyitaw, donde la entrada del principal hospital colapsó sobre un automóvil. Centenares de heridos fueron trasladados a este centro, obligando al personal médico a atenderlos en el exterior.