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La mayoría de los soldados libaneses desplegados en el sur del Líbano para desmantelar a Hezbollah son chiitas

14 de abril de 2025 , , ,
Terroristas de Hezbollah durante un ejercicio de entrenamiento en el sur del Líbano el 21 de mayo de 2023. (Foto: Tasnim/CC BY 4.0)

Por el Coronel (retirado) Dr. Jacques Neriah

El despliegue del Ejército libanés en el sur del Líbano en paralelo con informes contradictorios sobre la constante vacilación del Gobierno libanés para imponer primero el desarme de Hezbollah mientras desmantela la milicia armada en aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, está en el corazón de la política libanesa y en el centro de los contactos mantenidos por la Administración estadounidense en el Líbano.

Los informes elogian los méritos de las acciones del Ejército libanés al tomar 196 bastiones de Hezbollah de los 260 al sur del río Litani, al mismo tiempo que se apoderaron de un número no revelado de depósitos de armas en el sur del Líbano pertenecientes a la milicia chiita y su actividad en curso para eliminar las posiciones fortificadas de Hezbollah en el sur.

Sin embargo, otros informes siguen apuntando a que el Ejército libanés ha desplegado apenas seis mil soldados en el sur del Líbano y todavía faltan por lo menos otros cuatro mil para completar su despliegue.

Además, los informes han mostrado una cooperación flagrante entre oficiales de inteligencia chiitas pertenecientes al Comando Sur del Ejército libanés y elementos de Hezbollah.

También vale la pena mencionar que al menos entre el 50 y el 60 por ciento de los soldados desplegados pertenecen a la comunidad chiita y mantienen vínculos familiares/tribales con residentes chiitas en el sur que se identifican con Hezbollah.

Sin embargo, la cuestión más crítica sigue siendo que el Gobierno libanés no ha presentado a la enviada estadounidense Morgan Ortagus, como le solicitó, un calendario preciso tanto del despliegue del Ejército libanés en el sur como del momento de la disolución de Hezbollah.

Incluso la cuestión del desarme de las facciones armadas palestinas en el Líbano, incluyendo a Hamás, que se suponía debía resolverse antes del desmantelamiento de Hizbullah, no ha sido abordada por el Gobierno libanés, para decepción de la Administración estadounidense.

Como de costumbre, el Gobierno libanés destacó las complejidades de la política sectaria libanesa que le impiden adoptar una actitud más estricta hacia Hezbollah y enfatizó lo fácil que resultaría caer en una renovada guerra civil, una posibilidad que sería desastrosa para todos.

Los libaneses subrayaron también a sus visitantes estadounidenses que la precaria situación en la frontera noreste con Siria ha obligado al Ejército a enviar a ese frente tropas destinadas a ser desplegadas en el sur.

En lugar de ello, los libaneses prefirieron mostrar 18 nuevas reformas dirigidas al sector financiero y afirmar que una retirada israelí completa del sur del Líbano afirmaría su posición frente a Hezbollah y facilitaría la adopción de una política agresiva contra este último.

Mientras tanto, Hezbollah ha expresado su disposición (según Reuters citando a un alto funcionario no identificado de Hezbollah) a discutir su desarme, condicionado primero a la retirada de Israel de cinco posiciones estratégicas que mantiene a lo largo de la frontera entre el Líbano e Israel.

Mientras tanto, la organización terrorista continúa haciendo alarde de su poder, reorganizándose en el sur del Líbano y preparándose para la reanudación de las hostilidades con Israel.

Fuente: The Jerusalem Center for Security and Foreign Affairs

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