Según un portavoz de las Fuerzas de Defensa, esta ofensiva forma parte de una estrategia más amplia cuyo objetivo es debilitar tanto la estructura de liderazgo como la operativa del grupo Hamás
Israel afirmó que está preparado para ampliar la ofensiva contra el grupo terrorista Hamás en Gaza más allá de los bombardeos aéreos.
La operación, autorizada por el primer ministro Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa Israel Katz, responde a la negativa de Hamás de liberar a los 59 rehenes que mantiene en su poder y a sus preparativos para nuevos atentados contra Israel.
Las Fuerzas de Defensa (FDI) llevaron a cabo este martes una serie de ataques aéreos dirigidos contra comandantes de Hamás, miembros de su politburó e infraestructura terrorista.
Según el ejército israelí, estos bombardeos forman parte de una estrategia más amplia para debilitar la estructura de liderazgo y operativa del grupo islamista.
“Las FDI están atacando a los líderes de Hamás y su infraestructura con una intensidad sin precedentes”, indicó un portavoz militar.
El jefe del Estado Mayor de las FDI, Eyal Zamir, y el director del Shin Bet, Ronen Bar, supervisaron la operación desde el cuartel general militar. Según fuentes de seguridad, los ataques golpearon “objetivos estratégicos de Hamás que estaban siendo utilizados para planear nuevos atentados contra Israel”.
Además, el ejército indicó que la ofensiva continuará “el tiempo que sea necesario” y que la operación podría ampliarse a una fase terrestre si así lo requieren las circunstancias.
“Las puertas del infierno se abrirán en Gaza”
El ministro de Defensa Israel Katz lanzó una advertencia directa a Hamás, asegurando que el grupo terrorista enfrentará una ofensiva sin precedentes si no accede a liberar a los rehenes.
“Las puertas del infierno se abrirán en Gaza”, afirmó Katz, reiterando que Israel no mostrará indulgencia mientras sus ciudadanos permanezcan secuestrados en túneles subterráneos.
“Esta noche volvimos a luchar en Gaza en respuesta a la negativa de Hamás de liberar a los rehenes y a sus amenazas contra soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y comunidades israelíes”, declaró el ministro.
Además, dejó claro que la ofensiva no se detendrá hasta que Israel logre todos sus objetivos militares.
“No detendremos la lucha hasta que todos los rehenes regresen a casa y destruyamos la capacidad militar y política de Hamás”, enfatizó.
En previsión de posibles represalias de Hamás y otros grupos aliados, Israel elevó la alerta en todas sus fronteras y reforzó sus sistemas de defensa aérea. Las autoridades han decidido suspender las clases en las comunidades cercanas a Gaza y han interrumpido el servicio ferroviario hacia Sderot como medida de precaución.
Las FDI han señalado que, por razones operativas, no revelarán más detalles sobre la operación en curso. Sin embargo, han dejado en claro que la ofensiva fue cuidadosamente planeada y mantenida en secreto para garantizar el factor sorpresa.
“Hamás no tendrá dónde esconderse”, advirtió un alto mando militar, subrayando que el objetivo es desmantelar completamente la infraestructura terrorista del grupo.
Mientras tanto, Hamás ha intentado victimizarse ante la comunidad internacional, acusando a Israel de “exponer a los rehenes a un destino incierto”.
Sin embargo, el grupo terrorista ha rechazado todas las propuestas de los mediadores para prolongar la tregua y sigue utilizando a los secuestrados como una herramienta de presión.
Israel, por su parte, ha reiterado que no permitirá que Hamás se fortalezca mientras mantiene cautivos a civiles inocentes y sigue representando una amenaza para la seguridad de la región.
