En una conferencia de prensa en Jerusalén, el ministro de Energía, Eli Cohen, anunció el lanzamiento de una ambiciosa campaña para impulsar la instalación de paneles solares en techos residenciales, con la meta de sumar 100.000 nuevos sistemas antes de 2030.
Cohen explicó que, a partir de ahora, “quien deja su dinero en el banco en vez de invertir en energía solar está perjudicando a su familia”. Lo que quiere decir esto es que la iniciativa convierte la energía solar en una inversión rentable para los ciudadanos, ofreciendo beneficios como tarifas diversificadas, incentivos fiscales y financiamiento completo.
Según los cálculos oficiales, un hogar con un sistema de 15 kilovatios podría generar ingresos anuales de 13.000 NIS, mientras que un edificio residencial con un sistema de 30 kilovatios ganaría aproximadamente 25.000 NIS al año.
Para facilitar el acceso a esta tecnología, los bancos ofrecerán préstamos del 100% para la instalación de paneles solares, considerándolos una inversión segura y la Autoridad de Electricidad de Israel aprobará nuevas opciones tarifarias el 25 de febrero, que permitirán reducir el tiempo de amortización de seis a cinco años para viviendas particulares y de cinco a cuatro años para edificios residenciales.
