Al falta de unas horas para que expire la prórroga del alto el fuego entre el grupo terrorista Hezbollah e Israel, la incertidumbre sobre una nueva extensión reina en el Líbano, cuyas autoridades exigen el estricto cumplimiento del acuerdo.
Un punto de discordia es la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano, donde siguen todavía en varias aldeas a las que entraron durante la ofensiva terrestre iniciada el pasado 1 de octubre, en un momento en el que Israel intenta prorrogar su permanencia en el país vecino.
De hecho, el presidente libanés, Joseph Aoun, se mostró tajante este mismo lunes.
“No se puede confiar en el enemigo israelí, tememos que no efectúe mañana la retirada total”, dijo en un comunicado publicado por la Presidencia libanesa, donde además pidió a los patrocinadores del acuerdo -EE.UU., Francia y la ONU- que presionen más a Israel para que cumpla con este importante término del alto el fuego.
Por su parte, el portavoz de la Oficina de Medios del primer ministro israelí, David Mencer, afirmó hoy mismo que “Israel está comprometido con el alto el fuego e insiste en que el acuerdo se implemente completamente”.
Un acuerdo frágil
El acuerdo, que entró en vigor el pasado 27 de noviembre con una vigencia inicial de 60 días, prevé que en ese plazo las hostilidades debían detenerse, Hezbollah tenía que retirarse al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros al norte de la frontera con Israel, que estaba obligado a abandonar el territorio libanés por completo.
El pacto, asimismo, estipulaba el despliegue del Ejército libanés en el sur del Líbano tras la retirada israelí, algo que tampoco se ha llegado aún a completar, en parte por la anunciada desconfianza israelí de que los soldados libaneses pudieran reemplazar a los combatientes de Hezbollah en el sur.
El alto el fuego inicial venció el 26 de enero. Al día siguiente, Estados Unidos anunció una prórroga del cese de hostilidades hasta el 18 de febrero, para que las partes tuvieran más tiempo para cumplir con sus obligaciones.
¿Nueva prórroga?
De hecho, medios árabes han informado desde entonces de que Israel ha pedido una nueva prórroga para continuar su lenta retirada, algo que las autoridades libanesas rechazan de plano mientras que los patrocinadores del alto el fuego confían en que se produzca a tiempo.
Pero la semana pasada, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, dijo en un comunicado que EE.UU le informó que Israel retiraría sus tropas el 18 de febrero pero que mantendría su presencia “en cinco puntos” del territorio libanés, algo que las autoridades del Líbano rechazaron.
Según medios árabes, Israel querría mantener su presencia en cinco colinas repartidas por toda la divisoria sur: Al Aziziya, Al Awida, Al Labbouneh, Al Hamames y Al Blat.
Mientras tanto, Hezbollah todavía se muestra beligerante y se opone rotundamente a cualquier cambio o prórroga del acuerdo.
Su secretario general, Naim Qasem, amenazó ayer con tomar represalias si Israel no se retira del sur del país antes del plazo, mientras que señaló al Estado libanés como el “responsable principal” de presionar a Israel para que suceda.