El plan de El Cairo intercambiaría cuatro rehenes israelíes por prisioneros palestinos, seguido de una ventana de negociación de 10 días para un acuerdo más amplio. Cómo influyen en el diálogo la muerte de Sinwar y las disputas en el gabinete israelí
Egipto ha propuesto un nuevo plan de alto el fuego de dos días en Gaza que facilitaría el intercambio de cuatro rehenes israelíes por prisioneros palestinos, lo que supondría un posible avance en los esfuerzos por negociar un acuerdo de paz más amplio entre Israel y Hamás.
La propuesta, anunciada el domingo por el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi, se produce mientras el jefe del Mossad israelí, David Barnea, volaba a Doha para negociar con el director de la CIA, Bill Burns, y el primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani.
La reunión de alto nivel subraya la intensificación de los esfuerzos diplomáticos para garantizar la liberación de los rehenes tras la reciente muerte del dirigente de Hamás Yahya Sinwar en una operación de las fuerzas israelíes, un acontecimiento que los líderes israelíes y occidentales han descrito como una “oportunidad” para avanzar en un acuerdo que supondría la liberación de algunos o todos los cautivos retenidos en Gaza.
Según funcionarios egipcios, el acuerdo propuesto incluiría un periodo de negociación de 10 días tras el intercambio inicial, lo que podría allanar el camino para un acuerdo más amplio. La iniciativa adquiere importancia al surgir en medio de una escalada de las tensiones regionales, con Israel llevando a cabo ataques en Líbano e Irán advirtiendo de represalias por las recientes operaciones israelíes contra sus instalaciones militares.
Sin embargo, la propuesta se enfrenta a importantes obstáculos. Funcionarios de seguridad israelíes, entre ellos el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, presentaron el plan al gabinete de seguridad nacional de Israel la semana pasada, pero se encontró con la resistencia de ministros clave. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se opusieron a la iniciativa, en particular a su requisito de un alto el fuego inicial de dos días antes de cualquier liberación de rehenes.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, aludiendo a su preocupación por la exigencia de un alto el fuego preliminar, se negó a someter la propuesta a votación y, en su lugar, ordenó a Bar que regresara a Egipto para seguir negociando en mejores condiciones.
Hamas, aunque no participa directamente en las conversaciones de Doha, ha señalado a través de la cadena Al Arabiya que consideraría la propuesta egipcia si se ajusta a sus exigencias del 2 de julio e incluye garantías de que formará parte de un acuerdo global. Se espera que el grupo terrorista presente su propia contrapropuesta tras la reunión del domingo en Doha, exigiendo el fin inmediato de la guerra y la retirada militar israelí de Gaza a cambio de la liberación inmediata de todos los rehenes restantes.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, reconoció el domingo que alcanzar los objetivos de Israel requeriría “compromisos dolorosos”, en particular en lo que respecta a la devolución de los rehenes. “Debemos hacerlo por los rehenes, por sus familias, por los soldados que cayeron por este objetivo, por el legado de las FDI y en nombre de la ética judía y nacional”, declaró Gallant durante una ceremonia de Estado.
Las negociaciones tienen lugar en el contexto de una crisis humanitaria en Gaza, donde la campaña militar israelí ha causado al menos 42.924 muertes de palestinos, según cifras del Ministerio de Sanidad dirigido por Hamas consideradas fiables por la ONU. El conflicto comenzó tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, en el que murieron 1.206 personas y los terroristas tomaron 251 rehenes.
Se cree que 97 de esos rehenes permanecen en Gaza, entre ellos al menos 34 muertos confirmados por las Fuerzas de Defensa de Israel. Hamás también retiene a dos civiles israelíes que entraron en Gaza en 2014 y 2015, así como los cadáveres de dos soldados de las FDI muertos en 2014.
Documentos recientes supuestamente escritos por el difunto líder de Hamás Sinwar, publicados por el periódico palestino Al-Quds, proporcionaron información sobre la situación de los rehenes. Los documentos detallaban la distribución de 112 cautivos por distintas zonas de Gaza y hacían hincapié en la importancia de mantenerlos con vida como moneda de cambio para el intercambio de prisioneros.
El impulso diplomático ha cobrado urgencia a medida que el conflicto amenaza con expandirse regionalmente. Los recientes ataques de Israel contra instalaciones militares en Irán, bastiones de Hezbollah en Líbano, y la continuación de las operaciones en Gaza ponen de relieve la posibilidad de una escalada más amplia. El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, aunque restó importancia a la gravedad de los ataques israelíes en suelo iraní, advirtió que su país daría “una respuesta adecuada”.
Mientras prosiguen las negociaciones, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá a petición de Irán para abordar los recientes ataques israelíes. Mientras tanto, las familias de los rehenes israelíes han intensificado sus llamamientos para que el gobierno llegue a un acuerdo, considerando la eliminación de Sinwar como una posible oportunidad para avanzar en las negociaciones.
El éxito de la propuesta de Egipto puede depender en última instancia de que se salve la brecha fundamental entre la exigencia de Hamás de una retirada completa israelí de Gaza y la negativa de Israel a poner fin a las operaciones militares sin alcanzar sus objetivos estratégicos. Los mediadores egipcios, junto con funcionarios qataríes y estadounidenses, siguen esforzándose por encontrar un terreno común entre estas posturas aparentemente irreconciliables, mientras la situación humanitaria en Gaza es cada vez más grave.
El jefe del Mossad David Barnea y Benjamín Netanyahu. El primer ministro israelí envió al funcionario a Egipto para llevar adelante las negociaciones.
¿Negociaciones de paz con una entidad terrorista que tiene como principal meta la eliminación de Israel? Sólo tontos negociarían con una organización como esa.