La tortuga carey, Eretmochelys imbricata, es una especie de tortuga marina de la familia de los quelónidos, que se puede encontrar en el océano Atlántico y en la región Indo-Pacífico.
Son omnívoras y suelen alimentarse de corales blandos y esponjas marinas, lo que contribuye a mantener los arrecifes saludables al eliminar presas de la superficie, permitiendo un mejor acceso para que otros peces se alimenten, es por esto que, aunque la tortuga pasa parte de su vida en mar abierto, se la encuentra más frecuentemente en lagunas poco profundas y arrecifes de coral.
A causa de las prácticas de pesca humanas, las poblaciones de esta especie a lo largo de todo el mundo se encuentran en serio peligro, por lo que ha sido clasificada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como especie en peligro crítico de extinción.
En este contexto global, un grupo de conservacionistas israelíes liberaron tres tortugas de esta especie en el Mar Rojo frente a las costas de Eilat para rehabilitar la población, según informó la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel.
Las tres tortugas hembras fueron criadas durante más de dos décadas en un observatorio submarino en Eilat y fueron liberadas al alcanzar la madurez, con un transmisor satelital adherido a su caparazón para rastrear sus movimientos.
Aviv Levy, del Parque Marino del Observatorio Submarino de Eilat, destacó que “una de las cosas que necesitamos saber es si una tortuga que ha vivido toda su vida en cautiverio puede sobrevivir en la naturaleza”.