Por Eldad Shavit
La operación militar a gran escala lanzada por Estados Unidos contra los bastiones hutíes en Yemen continúa, con el objetivo declarado de restablecer la disuasión y garantizar la libertad de navegación en el Golfo Pérsico.
Altos funcionarios estadounidenses han acompañado las acciones militares con firmes declaraciones, prometiendo que las operaciones continuarán hasta que los hutíes declaren que han cesado los ataques a los buques y/o pierdan la capacidad de atacar a los barcos.
Al mismo tiempo, la Administración ha aprovechado la campaña para advertir a Irán de no apoyar al grupo, y el presidente Trump declaró: “Irán debe tener cuidado porque lo haremos plenamente responsable y no seremos amables”.
Los hutíes, por su parte, siguen emitiendo declaraciones reafirmando su determinación de no rendirse e incluso intentaron, sin éxito, atacar al portaaviones estadounidense Harry S. Truman.
En este momento, no hay informes confiables sobre el alcance de los daños causados por los ataques, aparte de declaraciones de altos funcionarios estadounidenses que afirman que la infraestructura y figuras clave dentro de la organización han sido alcanzadas.
Además de debilitar la capacidad y la determinación de los hutíes de amenazar las rutas marítimas, la Administración busca reforzar su credibilidad demostrando fuerza.
Un objetivo clave de la Administración Trump parece ser utilizar esta campaña para presionar a Irán para que acepte la oferta de negociación del presidente estadounidense, basada en las condiciones descritas en una carta (cuyo contenido aún no ha sido revelado) enviada a los líderes iraníes.
Además, el enviado estadounidense Witkoff, que lidera las negociaciones con Hamás sobre un acuerdo de rehenes, ha utilizado la operación en Yemen para enviar un mensaje firme al grupo: “La ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente; vieron lo que sucedió en nuestro ataque contra los hutíes”.
La verdadera prueba para la Administración estadounidense será su determinación de mantener la operación con su intensidad actual a lo largo del tiempo, particularmente frente a la resistencia hutí.
Más crítica aún es su voluntad de traducir sus reiteradas amenazas de “abrir las puertas del infierno” en acciones concretas si Irán y Hamás no cumplen con sus demandas.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies