Casi un millón de judíos del mundo árabe fueron expulsados de sus casas, negocios, tierras y propiedades en casi todos los países árabes tras la fundación del Estado de Israel, en 1948, y nunca más regresarían.
por Ricardo Angoso
La creación del Estado de Israel, en 1948, y la llegada de miles de judíos a Palestina, sobre todo tras el final de la Segunda Guerra Mundial y la instalación de gobiernos comunistas en casi toda Europa del Este, provocó profundos cambios y mutaciones en Oriente Medio. Muchos de los judíos que llegaban lo hacían sin nada y eran supervivientes del Holocausto. El clima en Europa, además, era irrespirable para los judíos, especialmente en los países más antisemitas del continente, como Polonia, Rumania, Rusia, Ucrania, Hungría y los países bálticos, donde los judíos que salían de los campos no eran bienvenidos e incluso eran atacados en pogromos organizados.
Pero la guerra árabe-israelí, entre 1948 y 1949, hizo que el antisemitismo y el rechazo a los judíos se extendiera a todo el mundo árabe, ya no solamente a Palestina. Se calcula que entre 900.000 y 1.000.000 de judíos vivían repartidos por una decena de países árabes y entre 230.000 y 250.000 en varios países musulmanes, como Afganistán, Irán y Turquía, donde el clima de hostilidad hacia las comunidades judías fue creciendo paulatinamente.
Muy pronto, países donde los judíos habían vivido plácidamente, como Marruecos, se unieron a este rechazo hacia el Estado de Israel y el mismo se transformó en un antisemitismo violento y agresivo. A partir de los años 50 y 60, los judíos marroquíes comenzaron a emigrar, muchas veces clandestinamente y en condiciones muy difíciles hasta 1961, en que estuvo prohibida. A partir de ese momento la migración siguió creciendo y con la Guerra de los Seis Días de 1967 se aceleró el proceso debido a que el rechazo hacia los judíos se fue incrementando alimentado por el poder. De los 270.000 judíos marroquíes que había en el año 1948 apenas quedaban unos 25.000 judíos a comienzos de los años setenta. En el año 2001 quedaban en todo Marruecos unos 5.000 y la mayoría de los migrantes se instalaron en España, Francia, Canadá y otros países occidentales, principalmente. Hoy, según fuentes oficiales de las comunidades judías, quedarían algo menos de 2.000 judíos en este país.
Egipto tenía en los años cuarenta una de las grandes comunidades judías del mundo árabe, cifrada entre 75.000 y 80.000 personas, y donde el clima antisemita fue más violento y radical que en otros países. A partir de los años 40 y 50, ya hubo algunas matanzas significativas, como la de El Cairo, en 1948, en la que fallecieron unos 70 judíos. El 1954, israelíes y egipcios judíos fueron detenidos por supuestos atentados en Egipto a blancos estadounidenses, que eran un mero pretexto para perseguir a los judíos. Pero la situación se agravó después de la guerra del Sinaí, en 1956, cuando Egipto expulsó a más de 25.000 judíos, confiscándoles todos sus bienes, y otros 3.000 fueron encarcelados. En 1967, muchos judíos fueron detenidos y torturados indiscriminadamente y sin razón alguna y se confiscaron las casas de prominentes hebreos. En 1970, el presidente Gamal Abdel Nasser dejó en libertad a los jefes de familia judíos encarcelados desde 1967, y la emigración continuó. En los años setenta apenas ya quedaban judíos en Egipto y hoy en todo el país quedarían algo menos de una veintena de lo que fue una de las comunidades más importantes del mundo árabe.
TÚNEZ, YEMEN, ARGELIA, IRAK…
Uno de los grandes asentamientos judíos del mundo árabe era la de Túnez, donde la comunidad alcanzó unos 105.000 miembros en 1948 y a partir de esa fecha, coincidiendo con el nacimiento de Israel, comenzó la emigración y la decadencia de la misma. Sin embargo, al igual que en el resto de los países árabes los judíos comenzaron a emigrar masivamente a partir de ese año y después. En 1956, cuando el país se independiza de Francia, ese flujo aumenta y se calcula que la mayor parte de los judíos emigra casi en partes iguales a Israel y Francia. En el año 2016 quedaban unos 4.200 judíos y en el año 2022 unos 1.500, acentuándose la tendencia decreciente hasta el día de hoy.
Otra de las grandes comunidades era la de Yemen, unos 63.000 miembros en 1948, y cuya desaparición fue de las más súbitas y rápidas de todas las acontecidas en el mundo árabe. Una de las comunidades más importantes del país se encontraba en la ciudad yemení de Adén, donde hoy en día apenas viven judíos. La primera matanza de judíos fue incluso antes de la fundación de Israel, en 1947, precisamente en esta ciudad, donde unos 80 judíos fueron asesinados en el denominado Pogromo de Adén. Las condiciones de vida cada vez más hostiles indujeron al gobierno de Israel a realizar la Operación Alfombra Mágica para la evacuación de 50.000 judíos de Yemen a Israel entre 1949 y 1950. La emigración continuó hasta 1962, cuando estalló la guerra civil todavía no concluida en Yemen. Hoy en día, según datos del año 2021, quedarían seis judíos.
Argelia tenía en 1948 una gran comunidad judía formada por algo más de 140.000 miembros, pero a partir de esa fecha las convulsiones y antisemitismo en aumento en todo el mundo árabe llevaron a la mayoría de los judíos a emigrar a Francia e Israel, principalmente. En 1962, cuando Argelia se independiza de Francia, el número de judíos había descendido a los 10.000. Esta población fue descendiendo y el proceso se agravó tras la guerra de los Seis Días, en 1967. En 1990, tras la guerra civil en que varios grupos musulmanes integristas declararon el exterminio de todos los no musulmanes, la mayoría de los 1,300 judíos que quedaban en el país emigraron. En 2023, solo quedaban 57 judíos en Argelia y hoy seguramente serán menos.
En Irak la limpieza étnica de los judíos fue una de las más rápidas del mundo árabe. En 1948 había en este país unos 150.000 judíos y, en un principio, siguiendo las mismas medidas que otros países árabes, se prohíbe a los judíos iraquíes emigrar a Israel para no fortalecer al Estado hebreo. Sin embargo, en marzo de 1950, Irak aprobó una ley de un año de duración que permitía a los judíos emigrar a condición de que renunciasen a su nacionalidad iraquí. Irak creía al parecer que librarse de los judíos sería menos problemático, sobre todo de los sionistas, pero quería retener la minoría rica, que desempeñaba un papel importante en la economía iraquí. Israel montó una operación denominada Esdras y Nehemías para llevar a Israel a tantos judíos iraquíes como fuera posible. Se calcula que en 1952, tras el hostigamiento por parte de las autoridades iraquíes a los judíos y algunos atentados terroristas contra bienes y personas judías, quedaban alrededor de un par de millares en todo el país. Hoy en día, a datos del año 2024, quedan cuatro judíos en Irak.
Siria no quedó al margen de la ola antisemita que estalló en todo el mundo árabe antes y después de la creación del Estado de Israel. En 1947 un grupo de manifestantes quemaron varias viviendas y negocios en el barrio judío de Alepo, también asesinando a 75 personas y destruyendo varias sinagogas. En 1948, año de la creación de Israel como Estado independiente, vivían en Siria unos 30.000 judíos, en un clima de ascendente antisemitismo, repudio oficial y marginación social y política. A partir de la fiesta de Pésaj de 1992, bajo presión de los Estados Unidos, a los 4.000 judíos que quedaban en Siria repartidos entre las comunidades judías de Damasco, Alepo y Qasmishle, les fue permitido bajo el régimen de Hafez al-Asad salir de Siria, siempre y cuando no emigrasen a Israel. En pocos meses, miles de sirios judíos emigraron a Brooklyn con la ayuda filantrópica de los dirigentes de la comunidad judía siria de Estados Unidos. También varios grupos de judíos emigraron hacia varios países europeos y más tarde hacia Israel, Hoy no hay noticias de que haya judíos en Siria.
Líbano era un país relativamente tolerante y respetuoso con respecto a las comunidades judías que vivían esparcidas por el país, aunque la más numerosa era la de la capital, Beirut. En 1948 había unos 24.000 judíos en el Líbano y las grandes migraciones se produjeron a raíz de las grandes guerras civiles libanesas, en 1958 y 1975. Un artículo de The New York Times estimaba en unos 3.500 judíos viviendo en el país en el año 1971 y después del comienzo de la guerra, en 1975, la cifra cayó drásticamente hasta los 700 judíos en 1985. En el año 2005 quedaban apenas unos 40 judíos en todo el Líbano, casi todos ancianos de más de ochenta años viviendo en Beirut por razones de seguridad, ya que en la década de los 80 muchos judíos fueron secuestrados por grupos musulmanes integristas y asesinados. En 2022 solamente había en todo el Líbano 27 personas registradas como “israelitas” y hoy la cifra sería incluso menor, hasta me atrevería a decir que ya no queda ninguno dadas las actuales circunstancias.
Finalmente, concluimos con Libia, uno de los países en que la vida judía desapareció más rápidamente y donde el hostigamiento y persecución de los judíos comenzó mucho antes de 1948. tal como hemos podido leer en Wikipedia: “Una serie de pogromos comenzaron en Tripolí en noviembre de 1945, cuando, durante un período de varios días, más de 130 judíos (incluidos 36 niños) fueron asesinados, otros cientos heridos y 4000 quedaron sin hogar. A consecuencia de ello, 2400 se redujeron a la pobreza. Se destruyeron cinco sinagogas en Trípoli y cuatro más en otras ciudades, y más de 1000 residencias y edificios comerciales de ciudadanos de religión judía fueron saqueados solo en Trípoli. Los pogromos se reanudaron en junio de 1948, cuando 15 judíos fueron asesinados y 280 propiedades de ciudadanos judíos fueron destruidas”. Luego, entre la fundación del Estado de Israel en 1948 y la independencia de Libia, en diciembre de 1951, más de 30.000 judíos de Libia emigraron a Israel. En 1967, durante la guerra de los Seis Días, los últimos cuatro mil judíos que quedaban fueron “instados” por el gobierno libio a “salir temporalmente del país” después de ser víctimas de varios pogromos, en que fueron asesinados 18 judíos, y nunca más regresarían, perdiendo todas sus propiedades, viviendas, negocios y tierras, pese a que habían salido con garantías de que las recuperarían en el futuro. Ningún judío vive hoy en Libia.
Fuente citada y consultada:
https://en.wikipedia.org/wiki/Jewish_exodus_from_the_Muslim_world
Fotos: del autor de la nota. Cementerio judío de Beirut