El miércoles, la Knéset aprobó con 56 votos a favor y 36 en contra una primera lectura de un proyecto de ley para establecer un organismo de supervisión de inteligencia que operará bajo la autoridad directa del primer ministro.
La propuesta tiene como principal objetivo analizar las conclusiones de los organismo de inteligencia de manera integrada, y así evitar errores como los que llevaron al ataque de Hamás el pasado 7 de octubre.
Al analizar información de inteligencia de la Mossad, el Shin Bet y el Consejo de Seguridad Nacional, entre otros, esta unidad podría proporcionar perspectivas alternativas al primer ministro, al ministro de Defensa y a las agencias de inteligencia. Tendrá la autoridad para exigir esta información a las instituciones y luego reportar regularmente al Comité de Asuntos Exteriores y Defensa del Knéset.
Según Amit Halevi, el miembro de la cámara que fue el principal patrocinador de la ley, esta medida es necesaria porque las agencias de inteligencia “no se desafían a sí mismas” y operan bajo supuestos que no son cuestionados.
El proyecto de ley ahora será revisado por el Comité de la Casa del Knéset, que determinará qué comité lo preparará para las tres lecturas necesarias para convertirse en ley.