Este 7 de abril, coincidió este año con la conmemoración del Iom Hashoá, es decir, del Día del recuerdo del Holocausto. Este día, celebrado a nivel internacional, recuerda a las víctimas de la Shoá u Holocausto judío. En específico de los 6 millones de personas que fueron arrebatadas de forma despiadada por el nazismo.
En Israel, a razón de esta importante conmemoración del Día del Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo, a las 10 am, el ambiente es silenciado por fuertes sirenas aéreas que llaman a dos minutos de silencio, en los cuales el transporte público, los autos particulares y los transeúntes se detienen. Asimismo, se realizan ceremonias simbólicas, como el encendido de seis antorchas en alusión a los 6 millones que el pueblo de Israel perdió en aquel entonces. También, en la radio y televisión, transmiten programas referentes a este terrible suceso.
En principio, la recordación de las víctimas y mártires del Holocausto son el objeto principal, sin embargo, también se memora a los héroes, y dentro de este apartado específico; a los Justos de las Naciones.
Los Justos de las Naciones son esas personas -no judías- que salvaguardaron las vidas de cientos de miles de hombres, mujeres, ancianos y niños judíos, a cambio de nada. El título de Justo de las Naciones es otorgado por el instituto Yad Vashem (un monumento y un nombre), dedicado a la memoria de las víctimas del Holocausto.
Raoul Gustav Wallenberg, es quizá el Justo de las Naciones que más vidas judías salvó durante el Holocausto, en específico, las de los judíos húngaros que hacia el año de 1944 una gran parte fue exterminada. Wallenberg, vástago de una de las familias más prominentes de Suecia, se desempeñó en Budapest, Hungría, como diplomático, habiendo sido designado para salvar a los judíos húngaros en 1944 por el Consejo estadounidense de refugiados de guerra (WRB).
Por medio de “los pasaportes protegidos” (SchutzPass), salvó por lo menos a 30.000 judíos húngaros del “destino final” que los nazis les tenían preparado. Además de estos pasaportes -que eran falsos-, alquiló 30 “casas seguras” para albergar a los judíos, bajo fachadas como: “Biblioteca sueca” o “Instituto Sueco de Investigaciones”. El número de personas salvadas por Wallenberg, podría ascender a 100 mil, pues se dice que intercedió ante los mandos nazis en Budapest, para detener la destrucción de los guetos y el asesinato de quienes los ocupaban, ignorando las órdenes directas de Hitler.
Al igual que Wallenberg, Carl Lutz (cónsul general de la Legación suiza) inventó la Schutzbrief -carta de protección- para rescatar judíos en Hungría, salvando a miles. El diplomático español Ángel Sanz Briz (Embajador de España en Hungría) emitió salvoconductos para los judíos húngaros, llegando a salvar a 5 mil. Y, el caso del comerciante italiano Giorgio Perlasca, no se queda atrás, pues haciéndose pasar por cónsul español en Hungría, salvó a más de 5 mil judíos. Israel y los judíos del mundo nunca olvidarán a estos héroes de las naciones.
@davidrosenthaal