Y otra vez el totalitarismo

Fotografía de Alexander Wienerberger en alguna región no identificada de Ucrania durante la hambruna en 1933. - Wikipedia - Dominio Público

 Dra. Bejla Rubin                              

Jamás ha sido tan imprevisible el futuro, jamás hemos dependido tanto de las fuerzas políticas que padecen pura insanía y en las que no puede confiarse si se atiene uno al sentido común y al propio interés (Hanna Arendt, Los orígenes del totalitarismo).

Así como Hitler justificó su avance sobre los Sudetes en Checoslovaquia aduciendo que pertenecían a Alemania, es el mismo argumento totalitario y criminal que hoy se vuelve a repetir con el tirano Putin, aduciendo que Ucrania tiene población rusa ergo, dicha región le pertenece. Entonces, el modelo totalitario ya establecido, aplicado y demostrado se vuelve a dar con los mismos argumentos criminales masacrando con su avance a la pobre e inocente población civil dejando otra vez familias separadas, destruidas, niños abandonados, mujeres solas cargando con sus fardos y criaturas camino a un refugio fuera de las bombas y matanzas.

Hanna Arendt se pregunta qué es la politica y para qué sirve. Ciertamente no debiera ser una excusa ni una herramienta de los tiranos que ponen a sacrificar a su pueblo en aras de saciar sus propios intereses y sus codicias económicas a título personal.

La política que no hace lazo va camino a una clausura de la sociedad, al aislamiento de las naciones reclutadas en sus ideologías extremas sin tener en cuenta el diálogo y el intercambio comunicacional aceptando la diversidad de ideas dado que lo diverso debiera estar en las antípodas de lo Uno como sinónimo del concepto de Todo y Unico que hace a lo Totalitario, hecho bien establecido y aplicado por Hitler donde no le importó la pluralidad sino que toda su política se centró en la unificación de las ideas, las creencias y las razas, siendo la única reconocida y valorada la aria como superior y con ese argumento artero se dio el permiso de asesinar, invadir y esclavizar a sus supuestos enemigos donde el verdadero motivo de tal accionar no era ideológico sino más bien económico por un afán de robo, apropiación del patrimonio ajeno y también usando del trabajo esclavo para engrosar la economía de un país que había quedado devastado debido a sus pérdidas durante la Primera Guerra Mundial y lo establecido en el Tratado de Versalles. Y vemos que hoy en día Putin usa el mismo argumento para avanzar sobre Ucrania con la sola intención de apropiarse de sus “tesoros”, reservas y patrimonios nacionales como ya lo hubiera hecho Stalin en 1933. Entonces, de qué se trata la política, Hanna Arendt responde, “ se trata de estar juntos y los unos con los otros de los diversos. La política surge en el entre y se establece como relación” y cuando no se reconoce ese vínculo de lo diverso surge, como lo estableció Hobbes, la guerra de uno contra todos los otros, que son odiados porque existe el sin sentido para el hombre creado a imagen de la soledad de Dios.

¿Qué acontece cuando queda abolida la política, concepto que definimos como lazo e intercambio? Queda un vínculo de dominador-dominado y su consecuencia es una forma despótica y totalitaria de regir tomando proporciones monstruosas e ilimitadas de dominio donde a los pueblos cautivos nos les queda siquiera la posibilidad de rebelarse dado que el control sobre ellos es total, desmedido y descarnado.

El tirano que habita esa función por tiempo ilimitado queda así mismo atrapado de ella dado que el poder cretiniza y la “posesión del poder absoluto” corrompe a quien lo ejerce, conduce a la violencia que no sólo aplica sobre sus súbditos sino que ese afecto lo domina y se apodera de sí mismo pues queda empachado, saciado de tanto poder donde no hay ya quien le ponga un límite ni le haga de contrincante, y es así como su propio ego lo empuja a saciarse cada vez más, es su propia violencia que de a poco lo va manipulando cuando no tragando.

Hanna Arendt se pregunta si la política todavía tiene algún sentido, y se responde que su único sentido y función es la libertad dado que regula y ordena las libertades individuales justamente para que el demagogo no unifique los ideales y quiebre los límites de las diferencias.

La política debe contemplar la libertad de lo contrario pierde su razón de ser, y su definición de “polis” del griego, lo diverso entonces, la política pierde su sentido donde es ejercida sin límites, sin topes y sin un fin democrático.

Ahora tomaremos los pensamientos del gran jurista alemán Carl Shmitt, que adhirió al nazismo y que criticó vehementemente la creación de la Constitución de la República de Weimar. El se define contra cualquier orientación moral del Estado dado que piensa que ésta ignora intencionalmente o no la presencia del poder en las relaciones sociales, y al poder lo piensa como necesario y fundamental para resolver los problemas de todo gobierno, no debiendo pasar sus decisiones por el voto de una mayoría parlamentaria dado que harían más lentas sus resoluciones. Por lo tanto, él es el gran crítico del Estado liberal, y de esta manera va a apoyar y dar letra jurídica al régimen totalitario de Hitler aduciendo la necesidad de establecer un “poder neutro” y que rija por un “estado de excepción” permanente, o sea, todo hecho por decreto sin votación y resolución de una mayoría parlamentaria. Y cada vez que vemos repetir esa forma de obrar somos testigos del nacimiento de un nuevo Estado Totalitario, cruel y criminal con miras a regir de forma vitalicia.

Ya nos queda como testimonio de la Historia los horrores pasados cometidos en Ucrania, los asesinatos de Baby Yaar en Kiev donde fueron asesinados 34.000 judíos durante el Holocausto del cual resta un monumento y su cementerio. También en Ucrania, ciudad de Kiev erigieron la estatua de una niña desnutrida, esquelética, en recuerdo y no perdón a Holodomor, evento histórico que recuerda cómo después de la Primera Guerra Mundial, los rusos quisieron restaurar la independencia de Ucrania, granero principal de Europa y sus riquezas, siendo así es como Stalin, otro gran tirano y asesino que lo podemos poner en serie con Hitler y Putin, les quitó a los campesinos la productora de cereales creando de esta manera una hambruna artificial donde en la primavera de 1933 morían de hambre más de mil personas por hora, o sea, 24500 seres humanos por día y que morían en las calles dando a ver la misma imagen de los desahuciados de los campos de concentración alemanes. En esa masacre silenciosa, sin bombas ni tiroteos, fallecieron entre 7 y 10 millones de ucranianos. Ese holocausto llevado a cabo por Stalin lleva el nombre de Holodomor, acto genocida que hoy se vuelve a repetir de otra manera pero que da cuenta de la barbarie de los tiranos rusos, siendo el nombre del presente Putin, y que quizás los ucranianos que sobrevivan a este acto criminal deberán erigir un nuevo monumento recordatorio. Holodomor, palabra ucraniana que significa Hambre.

Volviendo a Hanna Arendt, ella es categórica en cuanto dice que “el hombre no es un ser autocrático, sino que depende de su existencia de otros, el cuidado de éste debe concernir a todos, sin lo cual la convivencia sería imposible.”

Hoy nuevamente nos toca ser testigos de este nuevo avance de Rusia y que rompe con el concepto de política democrática que hace al respeto y la aceptación de lo diverso, y que define ese tan preciado valor llamado: Libertad.

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