Un par de profesores publicaron un artículo acusando a un grupo de editores de Wikipedia de Polonia de revisar artículos para distorsionar la historia del Holocausto.
El alcance tuvo que ver con su análisis, sin precedentes en la literatura académica de Wikipedia, y su hallazgo de que un grupo dedicado manipuló por 15 años una fuente de información usada por millones de formas que culpan a los judíos del Holocausto. El documento llamó la atención de académicos, periodistas y personas a cargo de resolver disputas sobre la edición en Wikipedia.
Por lo general, las disputas entre los editores de Wikipedia se resuelven a través de mecanismos de consenso de la comunidad. Pero ocasionalmente esos mecanismos fallan y las denuncias se presentan ante el Comité de Arbitraje de Wikipedia, un panel de editores.
“Wikipedia no es exactamente democrática sino anarquista de una manera que desalienta activamente cualquier tipo de autoridad que venga a resolver una disputa”, dijo Joe Roe, un veterano editor de Wikipedia que formó parte del comité en 2019 y 2020. “El Comité de Arbitraje es una excepción muy limitada”.
En este caso, el ente decidió resolver el caso sin recibir una solicitud formal para hacerlo. Nadie podía recordar que el comité hubiera dado tal paso en sus casi dos décadas de existencia.
“Debido al ferviente trabajo manual de este grupo, los artículos de Wikipedia sobre el Holocausto en Polonia minimizan el antisemitismo polaco, exageran el papel de los polacos en la salvación de los judíos, insinúan que la mayoría de los judíos apoyaban el comunismo y conspiraron con los comunistas para traicionar a los polacos, culpan a los judíos de su propia persecución e inflar la colaboración judía con los nazis”, escribieron los coautores Jan Grabowski, historiador de la Universidad de Ottawa, y Shira Klein del departamento de historia de la Universidad Chapman en Orange, California.
Por una votación de nueve a uno el 13 de febrero, el comité abrió el caso. Se espera que los procedimientos, que empiezan con una fase de recopilación de pruebas, duren seis semanas, luego de lo cual puede decidir prohibir y restringir a los editores infractores.
El historiador Jan Grabowski es el autor de «Hunt for the Jews: Betrayal and Murder in German-Occupied Poland”, del 2013, un polémico libro en el que el autor estima que unos 200.000 judíos polacos que trataron de esconderse tras el comienzo del plan de exterminio nazi en Polonia (en el que también participaron otros polacos afines a la ideología nazi) fueron asesinados con la colaboración proactiva y voluntaria de una gran parte de la población polaca católica. Grabowski principalmente investiga la población rural de una región, que participaron en las delaciones y los asesinatos de judíos con el visto bueno de autoridades polacas, líderes religiosos católicos, policías polacos, etc. A Jan Grabowski le han amenazado de muerte y un numeroso grupo de personajes polacos famosos han llegado a enviar cartas para que le expulsen de la universidad de Canadá donde trabaja este prestigioso historiador.
Pero aparte, otros muchos polacos comunes se dedican a manipular todo vestigio de esclarecimiento de la verdad, por ejemplo con comentarios críticos en las webs donde se vende el libro, o en comentarios de diarios online extranjeros en los que aparezca alguna noticia relacionada con Grabowski o que critique al gobierno ultranacionalista polaco, como un polaco que encontré escribiendo comentarios en español en el diario progresista El País, negando cualquier implicación de los polacos en la Shoah.
En España ocurre un fenómeno similar, ultraderechistas del nuevo partido Vox se dedican a escribir en internet, en las redes sociales y en comentarios de diarios españoles, incluso los de sus supuestos enemigos, como el diario El País o en el Diario de Catalunya, para influenciar y distorsionar todas las noticias en las que la ultraderecha tiene más intereses. Cualquiera lector de los principales diarios en España, o uno que no esté muy enterado o preparado, fácilmente se puede encontrar leyendo noticias o progresistas o objetivas, o las propias de sociedades democráticas, pero luego muchos comentarios pueden parecer más propios de una manada de fascistas o neonazis. Según se ha publicado, en total el partido ultraderechista Vox cuenta con 400.000 seguidores activos en internet, le sigue el comunista de Podemos con 200.000, mientras que el resto de los partidos, incluyendo a los dos partidos mayoritarios, estarían muy alejados, o sus votantes se dedican a usar internet con naturalidad o normalidad.
Por qué no te fijás lo que hicieron los ucranianos ? Esos sí fueron y son fascistas. Polonia no era un Estado libre y los números que manejás son aleatorios.
Lo correcto seria que un equipo consultor Israeli este pendiente de todo lo que escriben revistas normales y material como el que se lee en wikipedia que muchos sabemos que no es nada fiable, ni confiable.
Eso sería una gestapo cultural. Hay libertad deexpresión.
No . Sería defensa personal . La calumnia o la desinformación no son libertad de expresión , sino delitos que la pervierten . Están tipificadas como actos criminales en los códigos de leyes , y con toda razón . Y además de perjudicar a personas y países , destruyen la confiabilidad de los medios de información .
Que te calumnien a tí y a tus grupos , y veremos si lo consideras libertad de expresión .