Vera Rubin, “La espía de las estrellas”, madre de la “materia oscura”

23 octubre, 2022
Vera Rubin es la segunda desde la izquierda - Foto: Wikipedia - Dominio Público

Fuente: Grupo de Facebook Personalidades judías de todos los tiempos. Compilado por Raúl Voskoboinik.

Sus mediciones pusieron de manifiesto que el modelo teórico conocido hasta ese momento era equivocado.

Su trabajo es la evidencia más directa y robusta de la existencia de materia oscura (En astrofísica y cosmología física, se denomina materia oscura a un tipo de materia que se estima corresponde aproximadamente al 23% de la materia del universo, y que no es energía oscura, materia bariónica, [materia ordinaria] ni neutrinos. Su nombre hace referencia a que se considera que no emite ningún tipo de radiación electromagnética como la luz. De hecho, no interactuaría en ninguna forma con la radiación electromagnética, siendo completamente transparente en todo el espectro electromagnético).

Rubin nació como Vera Florence Cooper, el 23 de julio de 1928 en Filadelfia, Pensilvania. Era la menor de dos hermanas. Sus padres eran inmigrantes judíos: Philip Cooper, un ingeniero eléctrico polaco-estadounidense que trabajó en Bell Telephone y Rose Applebaum Cooper, de origen besarabiano, que trabajó en Bell hasta su matrimonio.

Los Coopers se mudaron a Washington, DC en 1938 donde Vera, de 10 años, desarrolló un interés en la astronomía observando las estrellas desde su ventana. Con su padre construyó un tosco telescopio de cartón y comenzó a observar y rastrear meteoros. La hermana mayor de Rubin, Ruth Cooper Burge, se convirtió en juez de derecho administrativo en el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Después de obtener su licenciatura de Astronomía por el Vassar College en 1948, trató de inscribirse en la Universidad de Princeton, pero no fue aceptada pues no se permitieron mujeres en el programa de estudios graduados de Astronomía hasta 1975.

Solicitó entonces ser admitida en la Universidad de Cornell, donde estudió Física bajo la dirección de Philip Morrison y física cuántica bajo la tutela de Richard Feynman y Hans Bethe. Completó sus estudios en 1951, durante los cuales hizo las primeras observaciones de desviaciones en los movimientos de las galaxias. Argumentaba que las galaxias más grandes podían rotar alrededor de centros desconocidos más que un simple movimiento de escape, como sugería la teoría del Big Bang (La teoría del Big Bang es el modelo cosmológico predominante para los períodos conocidos más antiguos del universo en ese tiempo). La presentación de esas ideas no fueron bien recibidas. El trabajo para su doctorado fue en la Universidad de Georgetown y obtuvo su magíster en 1951, y en 1954 obtuvo su doctorado bajo la supervisión de George Gamow.

Su tesis para el doctorado en Física concluía que las galaxias estaban juntas en racimos, más que distribuidas al azar por todo el universo. La idea de que los racimos de galaxias existían no fue aceptada por otros físicos hasta dos décadas después. Después de haber recibido su doctorado continuó trabajando en la facultad por otros once años. Posteriormente se unió al Instituto Carnegie, donde conoció al que sería su amigo Kent Ford. Cinco años después de unirse a D.T.M. (Instituto de Tecnología de Massachusetts) junto con Ford iniciaron el estudio de la rotación de galaxias vecinas, en particular la galaxia de Andrómeda. Sus descubrimientos en este campo ganaron varios premios, incluyendo la Gold Medal of London’s Royal Astronomical Society, siendo la segunda mujer en recibir el reconocimiento tras Carolina Herschel.

El efecto Rubin-Ford llamado así por ellos, ha sido sujeto a una discusión intensa desde su reporte. Este describe el movimiento relativo de la Vía Láctea. Su trabajo fue pionero en los promedios de rotación de la galaxia, cubriendo la discrepancia entre los que predicaban movimiento angular de las galaxias y el movimiento observado por estudios de las curvas de rotación de las galaxias. Sus cálculos mostraron que las galaxias deben contener al final diez veces más masa oscura y puede ser acumulada por las estrellas visibles. Estos fueron los primeros resultados que sugieren que la gravedad Newtoniana no se aplica universalmente en un gran halo de materia existente alrededor de estas galaxias. Los resultados de Rubin habían sido confirmados por décadas subsecuentes. Así en 1970 Rubin obtuvo la evidencia más fuerte hasta ese momento de la existencia de materia oscura. Si bien la naturaleza de la materia oscura es aún desconocida, su presencia es crucial para el entendimiento del universo y su futuro.

Motivada por su propia batalla para ganar credibilidad como mujer en un campo dominado por astrónomos masculinos, Rubin animó a las niñas interesadas en investigar el universo a perseguir sus sueños. Enfrentó comentarios desalentadores sobre su elección de estudio a lo largo de su vida, pero perseveró, apoyada por familiares y colegas. Además de la astronomía, Rubin era una fuerza para un mayor reconocimiento de las mujeres en las ciencias y para la alfabetización científica. Ella y Burbidge abogaron por más mujeres en la Academia Nacional de Ciencias (NAS), en paneles de revisión y en búsquedas académicas. Ella dijo que, a pesar de sus luchas con el NAS, ella no logró que un número mayor de mujeres fueran elegidas y lo llamó “la parte más triste de mi vida”.

Rubin era judía y no veía conflicto entre la ciencia y la religión. En una entrevista, ella declaró: “En mi propia vida, mi ciencia y mi religión están separadas. Soy judía, por lo que para mí la religión es un tipo de código moral y una historia. Intento hacer mi ciencia de manera moral, y creo que, idealmente, la ciencia debería considerarse como algo que nos ayuda a entender nuestro papel en el universo”.

Vera Rubin. muchos premios y títulos

Doctor honoris causa de numerosas universidades, entre ellas Harvard y Yale. Rubin fue astrónoma investigadora en la Carnegie Institution de Washington y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y de la Academia Pontificia de las Ciencias. Ha escrito en coautoría 114 artículos de investigación revisados por pares. Asimismo, es la autora de Bright Galaxies Dark Matters (Masters of Modern Physics), AIP Press, 1996, ISBN 1-56396-231-4.

Recibió la Medalla de Oro de la Royal Astronomical Society, de la cual es la primera mujer en recibirla desde Caroline Herschel en 1828, el Premio Weizmann Women & Science, el Premio Gruber de Cosmología, la Medalla Bruce de la Astronomical Society of the Pacific, Medalla James Craig Watson de la National Academy of Sciences entre muchos otros

Falleció el 25 de diciembre de 2016.

Compartir
Subscribirse
Notificarme de
guest
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios