mié. Ene 22nd, 2025

Vayigash. La unidad judía. Reflexión.

6 de enero de 2025 ,
Foto: Pexels.com

[Yosef] envió a sus hermanos, y ellos se fueron. Y les dijo: “No riñan en el camino”
Génesis 45-24.

La unidad Judía.

No cabe duda que la Torá es enseñanza para la vida. El libro de los libros, que en sus relatos contiene todas las lecciones vigentes, para saber manejarse en todos los tiempos y todos los secretos (algunos revelados y otros aún ocultos) y toda profilaxis o prevención para evitarse el hombre y el conjunto muchos problemas y calamidades.

Yosef lo sabía.

Que, por su causa, podían darse discusiones en el camino, cuando iban a buscar a su padre Yaakov, y avisarle que Yosef estaba vivo y que ahora él se había convertido en el Virrey de Egipto.

El camino.

El camino o sendero, que puede ser la ruta en el sentido físico, como referirse o aludir al transcurrir existencial de los hebreos en todo tiempo y lugar.

La previa del 7-10.

Desde la diáspora, se podía apreciar, una gran división, discusiones verbales, amenazas y hasta violencia física entre grupos oficialistas y opositores a Bibi. Entre seculares y religiosos.

Hamás e Irán vieron la oportunidad y lamentablemente no la dejaron pasar. El costo del aprendizaje fue, y aún hoy es muy alto.

Los asesinos no hicieron diferencia a la hora de asesinar judíos.

Resumiendo, antes los nazis y ahora los palestinos perpetradores de pogromos y masacres.

También en la diáspora.

Por lo menos en la diáspora criolla. Divisiones que vienen de lejos, y confrontaciones múltiples.

Rechazo a la ortodoxia y a las tradiciones que décadas atrás ha provocado un tsunami asimilatorio qué al ser silencioso es difícil de mensurar y cuantificar.

Y, por otro lado, cierta degeneración de algunos integrantes del campo observante, depredadores de ocasión. Que no reparan en el daño ocasionado a sus hermanos, ni la magnitud de la destrucción personal y familiar provocada, si por este medio perverso se logra un lucro dinerario de inmensas proporciones.

Atentados y Vayigash.

En el título de la parashá o capítulo leído este último Shabat, se encuentra una clave y solución.

Yehuda “se acercó” a su hermano Yosef (sin saber que era su hermano) para hablar y explicar e intentar convencerlo y aportar una solución.

Reflexión y final: los judíos debemos siempre intentar parlamentar entre nosotros, y por este método intentar resolver nuestros problemas. De lo contrario nos exponemos a que “los de afuera nos marquen la cancha”.

Peleas intestinas nos debilitan, y siempre bajan nuestro nivel de alerta. En Buenos Aires, dos terribles atentados en los noventa nos despertaron y conmocionaron a muchos. Aun así, no fueron suficientes para lograr esa anhelada unidad de los judíos. Tan históricamente famosa entre los gentiles, pero que, en el llano comunitario, se vive las más de las veces, como un sueño o una utopía. Que puede aflorar por momentos y muy frágilmente, pero que no es sustentable en el tiempo.

La Torá nos muestra, como en el sueño del Faraón que, ahí donde se ve el problema, también y en forma explícita o encriptada se nos da la solución.

Saber hacer un buen diagnóstico, y el trabajo terapéutico, es de nuestro esfuerzo, interés y atención. Tanto en Israel como en todas las comunidades de las diásporas en el mundo entero.

ShavuavTov!

Dr. Natalio Daitch

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