Hace un tiempo, la Unión Europea publicó una limitada nómina de países cuyos ciudadanos están autorizados para ingresar a su territorio. De toda América Latina, sólo los residentes en el Uruguay están facultados para ingresar al ámbito de la Unión Europea.
La razón radica en el rotundo éxito de Uruguay ante el Covid 19. Hasta el momento, se detectaron en todo Uruguay 1917 casos de coronavirus, 1621 se recuperaron, hay 250 casos activos y 46 personas fallecieron.
Es cierto que en Uruguay la población alcanza a 3.400.000 habitantes, su densidad de población es de 15 personas por kilómetro cuadrado, pero en la ciudad de Montevideo y alrededores la densidad de población es numerosa. Cabe señalar igualmente que reside en Uruguay una considerable población mayor de 65 años y todavía se está en pleno invierno.
La razón del éxito radica en las medidas que el Gobierno adoptó. Se designó un Grupo Asesor Científico Honorario compuesto por un científico, un médico y un matemático, todos ellos de gran enjundia que desempeñaron un rol preponderante en la lucha contra la pandemia. Inmediatamente, se clausuraron las fronteras y los centros de estudio. En este contexto, los estudios continuaron desde la distancia, habida cuenta que en Uruguay desde el año 2007, cada niño que ingresa a los Centros de Educación Estatal y cualquiera sea su condición social, se hace acreedor gratuitamente a un computador portátil con conexión inalámbrica
Paralelamente, el Gobierno adoptó una medida audaz y por cierto riesgosa. Se recomendó a la población el confinamiento general, aunque no se lo impuso en forma obligatoria porque se entendió que violaba fundamentos esenciales del sistema democrático. Se apeló a la madurez y responsabilidad de la ciudadanía. El ex-Presidente del Uruguay durante dos legislaturas, Dr. Julio María Sanguinetti, calificó acertadamente esta postura como libertad responsable. Más aún, el actual Presidente del Uruguay, Dr. Luis Alberto Lacalle Pou, anunció que en caso de una nueva ola de la pandemia, tampoco se impondrá un confinamiento obligatorio.
Pero hubo otro factor que contribuyó por cierto a la conducta de la población uruguaya. Los hombres públicos predicaron con el ejemplo. Apenas comenzada la crisis sanitaria , el Gobierno uruguayo decidió reducir en un 20% los sueldos de los funcionarios públicos de mayor jerarquía, comenzando con los desde el mismo Presidente de la República, los de los Ministros, senadores y diputados entre otros. La única y honrosa excepción fueron los trabajadores de la salud. Con dicha reducción se formó un fondo especial para afrontar los secuelas económicas de la pandemia pero paralelamente se acrecentó en la población la confianza en los hombres públicos, sus resoluciones y recomendaciones.
Por supuesto, que en el éxito actual del Uruguay, cabe también señalar el sistema universal de salud -recogido directamente del modelo israelí-, así como el excelente nivel y entrega de médicos y trabajadores sanitarios.
La madurez y responsabilidad de la población uruguaya así como el ejemplo predicado por los hombres públicos y los resultados obtenidos hasta el momento, suscitaron encendidos elogios en la prensa mundial. Se reflejaron en la pluma del reconocido escritor Mario Vargas Llosa en las páginas de El País de Madrid, pasando por importantes rotativos de Argentina y Brasil y la conocida revista Bloomberg.
- El Dr. Israel Jamitovsky es jurista y Presidente de la Comisión Ética de la Organización Latinoamericana en Israel