La guerra entre Israel y Hamás, que comenzó con la masacre del 7 de octubre encabezada por Hamás en el sur de Israel, llevó al llamamiento masivo a filas de las fuerzas de reserva de las Fuerzas de Defensa de Israel, lo que provocó el caos en las universidades, que esperaban comenzar el año académico el 15 de octubre.
Las instituciones académicas se vieron obligadas a retrasar el inicio del primer semestre varias veces a medida que la guerra avanzaba. Finalmente, se implementó un año académico de semestres acortados, además de planes individuales para los soldados ausentes, que incluían subvenciones monetarias, exámenes aplazados y programas de tutoría.
De cara a un nuevo año académico, las instituciones de educación superior en Israel han propuesto un plan actualizado con el fin de apoyar a los estudiantes que aún se encuentran sirviendo en la reserva de las FDI.
En este sentido, la Asociación de Rectores Universitarios afirmó que el plan se diseñó previendo que “la demanda de servicio prolongado en la reserva continuará durante el próximo año académico”.
Entre otras cosas, las medidas incluyen periodos flexibles para exámenes, métodos alternativos para cumplir con los requisitos de clase y laboratorio y facilidades para la transferencia de créditos entre instituciones y créditos académicos por el tiempo dedicado al servicio militar en casos específicos.