Una velada de música, ópera, chocolate y café

22 julio, 2021
Karshon - Foto Shahar

En  un concierto muy especial que se llevará a cabo el 31.7 en el Museo de Tel Aviv, se ejecutarán dos piezas, la ópera “La criada Patrona” (The Maid Turned Mistress), de Giovanni Battista Pergolesi y “La cantata del café” de Bach. Notamos que en ambas piezas protagonizan dos bebidas especialmente apasionantes: el chocolate, considerada una bebida afrodisíaca, un estimulante erótico y el café estimulante, productivo y adictivo. Ambas son bebidas con cafeína, que conquistaron Europa en el siglo XVII.

Avigail – Foto San Julián

La dirección musical estará a cargo de Yizhar Karshon y de Rosemarie Danziger. La coreografía es de Yitzhak Ben Meir.

Efrat – Foto Hesse

Resulta que tanto Bach como Pergolesi realmente se comprometieron con sus trabajos en la liberación y empoderamiento de la mujer en la sociedad, que se caracteriza por el consumo de bebidas estimulantes como el chocolate y el café. La ópera de Pergolesi cuenta sobre Serpina, una joven sirvienta que logra encantar a su amo, el viejo Uberto,  con quien se casa. En la oratoria “La cantata del café” de Bach, un padre irrumpe en una cafetería buscando a su hija asidua que frecuenta ese local, enojado le advierte de que así no encontrara novio. Pero el novio es el dueño del café.  Con las sopranos Efrat Raz y Avigail Gurtler, el barítono Samuel Berald, el actor Martin Schrentz, el tenor Osher Sebbag, y los bailarines Eli Koretzky, Eran Shimshi y Yitzhak Ben Meir.

Durante la interpretación de la  ópera se instalará una cocina activa y totalmente equipada en el escenario, en la que la criada preparará una comida de boda para la pareja de los personajes Uberto y Serpina. En  “La Cantata» habrá un café en el escenario donde se colocará una vitrina con pasteles sumamente estimulantes.  La conexión entre las dos obras es altamente entretenida. La historia de la «Cantata del Café» se desarrolla 20 años después de la boda de Uberto y Serpina. “Los cocineros” son unos de los mejores bailarines de “steps” del país.

Así que la cocción y los preparativos se harán al ritmo de la música. La ópera se abre con el baile con zapatos de “steps” y la cantata de café se abre con un baile de tres de los invitados al café. Más tarde también habrá el baile de la esponja del sirviente Vespone, otro personaje de la ópera. Al final del espectáculo, se sortearán cinco pasteles grandes y seis pequeños de la repostería del Chef Magazzino, que se distribuirán a 11 felices espectadores.

Nos explican que la idea surgió porque el chocolate era una bebida particularmente codiciada entre la burguesía y la alta sociedad en ascenso. Las casas que preparaban la bebida del chocolate estaban ubicadas en los barrios ricos de las ciudades. El chocolate, aunque llegó a Europa antes que el café, ganó menos popularidad que el café. Aunque el chocolate se considera una bebida femenina, es consumido por conocidos cazadores de faldas. El camino del café hacia la cima de la popularidad no fue un género de rosas. Al principio, la sociedad decente trató a este estimulante con sospecha.

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