Una facción ultraortodoxa exige más fondos a Netanyahu como condición para aprobar el presupuesto

19 mayo, 2023 , ,
Judíos ultraortodoxos rezan en el Muro Occidental de Jerusalén Foto ilustración: MoneyforCoffee vía Pixabay

Una facción del partido ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Torá, miembro del Gobierno de Benjamín Netanyahu, exige la entrega de una mayor partida de dinero para su sistema educativo religioso como condición para dar su apoyo a los presupuestos.

El proyecto de Ley de Presupuesto debe aprobarse en el plazo máximo del 29 de mayo.

Agudat Israel, una de las dos fuerzas que integra Judaísmo Unido de la Torá, amenaza con rechazar los presupuestos y retirarse del Ejecutivo si no se asignan 600 millones de shéqueles más (unos 152 millones de euros) para escuelas ultraortodoxas, que funcionan en un sistema paralelo a la red de escolarización pública y secular.

Esto genera de nuevo fricciones en la coalición gubernamental que Netanyahu lidera con su partido Likud junto a fuerzas ultraortodoxas y partidos de extrema derecha, y parece una estrategia de presión a medida que se acerca la fecha límite de aprobación de presupuestos.

Según Agudat Israel, la entrega de esta partida presupuestaria era parte de los pactos de coalición que alcanzaron con Netanyahu, pero hay oposiciones internas dentro del Ejecutivo para ello, entre ellas del Ministerio de Hacienda, que insiste en posponer la asignación de esta partida económica para los presupuestos del próximo año.

El Gobierno tiene aún diez días para aprobar su presupuesto anual de este 2023, y de no validarse en el plazo establecido provocaría la caída del Ejecutivo, la disolución automática del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones.

En el pasado, la falta de consenso para aprobar el presupuesto ya precipitó la caída de anteriores ejecutivos, aunque las presiones de última hora por parte de socios de coalición en períodos previos a la aprobación de medidas clave son usuales en la política israelí.

La coalición gubernamental de Netanyahu tiene una mayoría de 64 diputados en un Parlamento de 120. Se creó a fines de diciembre, tras un bloqueo político de cuatro años en los que Israel celebró cinco elecciones generales.

Según los reportes, este mes el Gobierno ya aprobó un aumento de la partida presupuestaria para escuelas y programas educativos ultraortodoxos en Israel, en parte para centros que no imparten materias básicas en el sistema educativo como matemáticas o inglés.

Todo ello suele generar polémica entre la opinión pública, mientras aumenta el malestar entre la población secular, que siente que los impuestos que paga al Estado como parte de su trabajo van destinados al sector religioso judío.

Parte considerable de la comunidad ultraortodoxa se dedica casi al completo al estudio religioso y sobrevive de subvenciones estatales, y más del 50 % de hombres no están integrados en la fuerza laboral.

Ante ello, el jefe del Departamento de Finanzas advirtió que una mayor asignación de fondos a iniciativas educativas de este sector podría desincentivar la búsqueda de empleo de los ultraortodoxos y apartarles todavía más del mercado laboral, lo que perjudicará aún más la economía del país.

El líder de la oposición, el centrista y laico Yair Lapid, tachó el aumento de fondos para la educación religiosa como un paso «irresponsable y corrupto» que supone malgastar «el dinero de la población productiva de Israel». EFE y Aurora

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