En Tirat Carmel, Israel, funciona Shoresh, una marca conocida por sus sandalias icónicas y equipos tácticos fundada en 1989 por Yoki Gil.
Shoresh es la primera fábrica del país en alcanzar emisiones netas cero en electricidad y transporte, demostrando que el futuro puede ser más limpio y rentable.
Desde sus inicios, la empresa ha crecido hasta convertirse en una empresa con 350 empleados y una facturación anual de 400 millones de shekels, exportando el 80% de su producción.
En la fábrica, la electricidad es generada por paneles solares en el techo, y todos los vehículos de la empresa son eléctricos. Se consume la electricidad producida localmente, reduciendo en un 80% la dependencia de la red nacional.
Gil inició la transformación de su negocio en 2019, invirtiendo en paneles solares, baterías de almacenamiento y vehículos eléctricos. Aunque el costo inicial fue alto, argumenta que “en lugar de pagar facturas de electricidad y gasolina, pagas el interés del préstamo. Una vez saldado, no tienes más gastos”.
Su próximo objetivo es alcanzar emisiones netas cero en residuos plásticos, para lo cual importará una unidad de gasificación de residuos, y así convertir desechos en calor y gas utilizable sin generar emisiones contaminantes.