PlantArcBio, empresa israelí con sede en Givat Hen, ya registró seis patentes para mejorar las propiedades de las plantas, hacerlas más productivas y resistentes a los insectos. En algunos palmerales de Israel, los árboles son afectados por una enfermedad invisible que acaba con sus vidas.
La misma es el picudo rojo, un parásito proveniente de India que infestó Medio Oriente hace 30 años y ahora invade el sur de Europa. Para salvar plantas de este, la compañía desarrolló una solución ecológica que se asemeja a la tecnología usada en vacunas contra el olvido.
«Utilizamos ARN (ácido ribonucleico) para dirigirnos a la larva del insecto. Cuando se come este ARN, la larva muere dentro del árbol. Es ecológico porque sólo se dirige a un gen de este insecto, y no tiene consecuencias ni para las abejas ni para los humanos, por lo que es una excelente alternativa a los peligrosos insecticidas que se utilizan actualmente», explicó Dror Shalitin, fundador y codirector ejecutivo de la empresa.
El producto debería estar en el mercado en dos años. Fundada en 2014, la compañía pretende mejorar las propiedades de las plantas con nuevos genes naturales. «Empecé esta empresa con un sueño: tomar muchos genes de la naturaleza, de diferentes nichos ecológicos, y probarlos directamente en plantas, para mejorar su rendimiento. Entonces desarrollamos una plataforma que nos permite tomar millones de genes de la naturaleza e introducirlos en las plantas, uno por uno. Luego probamos las plantas para ver cuáles las hacen más resistentes y productivas», explicó Shalitin.
Por último, la empresa realizó muestras del suelo del Mar Muerto y extrajo millones de genes de microorganismos que sobreviven en el desierto. «Identificamos muchas plantas que tenían un gen que las hacía más resistentes a la sequía. Actualmente, estos genes se están probando en plantas que tienen un papel muy importante, como el maíz o la soja», concluyó.