Agatha Christie está considerada como una de las escritoras más importantes del género policial. Escribió más de 65 novelas y 150 cuentos entre 1920 y hasta su muerte en 1976. Es por eso que, leídos en la actualidad, algunos fragmentos de su obra pueden resultar ofensivos para lo que los medios y la industria editorial llaman “lectores sensibles”.
Pero no es la primera vez que sucede algo parecido. Los libros de Roald Dahl e Ian Fleming ya habían sido revisados en búsqueda de contenido discriminatorio por distintas compañías editoriales en los últimos años.
En el caso de la escritora británica, muchos críticos comenzaron a señalar que algunas referencias a los judíos en sus novelas tenían una connotación antisemita. No solo esto, además utilizaba terminología discriminatoria para referirse a personajes negros o con herencia asiática.
Por este motivo, la editorial decidió eliminar esos fragmentos para las futuras reediciones de las novelas de Christie. Según el Sunday Telegraph, algunos de los títulos que tendrán modificaciones son Asesinato en el Orient Express y Muerte en el Nilo.
Pero lo cierto es que esto ya había sucedido antes, cuando la autora aún vivía. Algunos medios afirman que la propia Christie había autorizado a una casa editorial de Estados Unidos a editar alguna referencias a los judíos en sus novelas justo después de la Segunda Guerra Mundial.
He leido casi todos oos libros de Agatha Christie ( en castellano y hace muchos años) y no recuerdo ninguna referencia antisemita o racista en ellos. Puede que la traducción al castellano lss haya obviado o suavizsdo o que yo no sea tan quisquilloso.
Si borramos todo lo que no nos guy no tenemos historia