El martes 2 de enero llegó a Israel una delegación de casi 30 representantes de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. Los académicos se alojaron en el Hotel King David en Jerusalén, y fueron recibidos por el presidente el día de su llegada.
La intención del viaje era demostrar apoyo y solidaridad con Israel en el marco del conflicto que comenzó con el ataque de Hamás del 7 de octubre. Es la primera vez que un grupo de académicos estadounidense realiza un viaje de estas características en los últimos tres meses.
La mayoría de los miembros de la delegación son judíos, y tienen algún lazo estrecho con Israel, incluso algunos vivieron en algún momento de sus vidas en el país. Después de reunirse con Herzog, el grupo visitó la Universidad Ben Gurión y la Universidad Hebrea, y también se reunió con familiares de rehenes. También conocieron el Centro Médico Sheba, asistieron a un encuentro sobre salud mental de la Universidad de Tel Aviv y asistieron a una cena para exalumnos de la UPenn.
El recorrido concluyó el 4 de enero. Si bien el viaje se da en el marco del conflicto que está emergiendo en los campus universitarios estadounidenses, con una creciente oleada de antisemitismo, la delegación remarcó que ese no fue el motivo de su visita. El profeso Michael Kahana, uno de los miembros del grupo, afirmó contundentemente que no vinieron “aquí por el antisemitismo en el campus”.