El lunes por la noche se llevó a cabo un vuelo de El Al, con un avión que viajó desde Nueva York a Israel, y que completó una tríada de vuelos que llevaron equipamiento esencial, militar y médico, que fue el resultado de una campaña de financiación de organizaciones estadounidenses de apoyo a Israel, con el apoyo de la aerolínea.
El vuelo del 787-9 Dreamliner tuvo una particularidad. Además del cargamento de insumos para el fortalecimiento de las Fuerzas de Defensa de Israel y la atención médica en el contexto de guerra que enfrenta el país, también envió un mensaje simbólico.
Como la cabina del avión iba vacía, se decidió colocar en cada asiento la fotografía de uno de los rehenes capturados por los terroristas de Hamás en territorio israelí. Además de sus fotos y sus nombres, los carteles pedían por el regreso a casa de las personas secuestradas.
La aerolínea ya trasladó a más de 200.000 pasajeros desde el comienzo de la guerra. Cerca de 100.000 que volvían a Israel, la mayoría para actuar como reservistas en el ejército.