Investigadores de la Universidad de Tel Aviv compararon el tratamiento con un protocolo específico de oxigenoterapia hiperbárica (OTHB) con el tratamiento farmacológico (fármacos) disponible en la actualidad para pacientes que sufren fibromialgia como consecuencia de una lesión cerebral traumática (LCT).
Los investigadores descubrieron que la oxigenoterapia hiperbárica específica es mucho más eficaz para reducir el dolor que el tratamiento farmacológico, e incluso logró la curación de dos de cada cinco pacientes.
La comparación fue realizada por investigadores de la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv, dirigidos por el Dr. Shai Efrati, del Centro Sagol de Medicina e Investigación Hiperbáricas del Centro Médico Shamir, y el Dr. Jacob Ablin, del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv. Los resultados del estudio se publicaron en la revista PLOS One.
«La fibromialgia es un síndrome de dolor crónico que padece entre el 2% y el 8% de la población», explicó el Prof. Shai Efrati. «Hasta hace 15 o 20 años, había médicos que creían que se trataba de una enfermedad psicosomática y recomendaban que los pacientes con dolor crónico buscaran atención en salud mental. Hoy sabemos que es una enfermedad biológica, que daña el procesamiento cerebral de las señales recibidas del cuerpo. Cuando este procesamiento funciona mal, se siente dolor sin que exista ningún daño real en las localizaciones relacionadas. La fibromialgia puede ser inducida por desencadenantes variables: desde ciertas infecciones, como hemos visto recientemente en pacientes post COVID, pasando por el síndrome de estrés postraumático, hasta traumatismos craneoencefálicos. Queríamos comprobar si los nuevos protocolos de medicina hiperbárica pueden dar mejores resultados que la medicina farmacológica, en pacientes en los que la fibromialgia fue inducida por un traumatismo craneoencefálico».
La medicina hiperbárica es una forma de tratamiento en la que los pacientes permanecen en cámaras especiales donde la presión es superior a la presión atmosférica a nivel del mar, y donde los pacientes respiran oxígeno al 100%. La medicina hiperbárica se considera segura, se utiliza en muchos lugares, incluido Israel, y ya se emplea para tratar una larga lista de afecciones médicas. En los últimos años, se han ido acumulando pruebas científicas de que determinados protocolos de tratamiento hiperbárico específico de reciente creación pueden propiciar el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y neuronas en el cerebro.
En su estudio actual, los investigadores de la Universidad de Tel Aviv reclutaron a 64 israelíes mayores de 18 años que padecían fibromialgia como consecuencia de un traumatismo craneal, y los dividieron aleatoriamente en dos grupos: un grupo se expuso a oxígeno puro al 100% a una presión de dos atmósferas durante 90 minutos (con fluctuaciones de oxígeno durante el tratamiento cada 20 minutos), cinco días a la semana, durante tres meses. El segundo grupo recibió el tratamiento farmacológico convencional (es decir, los medicamentos pregabalina, que se conoce con el nombre comercial de «Lyrica», y duloxetina, más conocida como «Cymbalta»).
«Los resultados fueron espectaculares», afirmó el Prof. Efrati. «Al final del tratamiento, dos de cada cinco pacientes del grupo de tratamiento hiperbárico mostraron una mejoría tan significativa que ya no cumplían los criterios de fibromialgia. En el grupo de tratamiento farmacológico, esto no le ocurrió a ningún paciente. Además, la mejora media en las pruebas de umbral del dolor fue 12 veces mejor en el grupo hiperbárico en comparación con el grupo de medicación. Y en cuanto a los indicadores de calidad de vida, que los propios pacientes comunicaron, observamos mejoras significativas en todos los indicadores entre los pacientes que recibieron tratamiento hiperbárico».
«El tratamiento aceptado hoy en día para la fibromialgia incluye componentes farmacológicos y no farmacológicos», comentó el Prof. Ablin. «Con respecto al enfoque farmacológico, estos fármacos no son muy eficaces, por lo que se hace hincapié en la vertiente no farmacológica, es decir, en la corrección externa del procesamiento del dolor dentro del sistema nervioso. Las recomendaciones utilizadas actualmente incluyen la actividad aeróbica , la hidroterapia, la terapia cognitivo-conductual y las terapias basadas en el movimiento, como el Tai Chi. Además, bastantes pacientes solicitan tratamiento con cannabis medicinal, y a algunos les ayuda».
Y siguió: «En conjunto, los tratamientos existentes no son suficientemente buenos. Se trata de una enfermedad crónica que afecta significativamente a la calidad de vida, incluso de los jóvenes, y la medicina hiperbárica satisface una necesidad acuciante de estos pacientes. Por supuesto, se trata de estudios preliminares, y debemos seguir y ver qué efecto tiene el protocolo médico en los pacientes al cabo de uno, dos y tres años, y si es necesario mantener los resultados positivos con nuevas exposiciones a sesiones hiperbáricas».
Según el profesor Efrati, la importancia de la investigación radica en la curación del tejido cerebral dañado, y no en el tratamiento de sus síntomas superficiales: «En el grupo que recibió tratamiento hiperbárico se pudo ver la reparación del tejido cerebral, mientras que en el grupo de control sólo hubo un intento de aliviar el dolor y, por supuesto, el grupo de medicación experimentó los efectos secundarios asociados al tratamiento farmacológico. Se trata de una diferencia de enfoque: curar en lugar de limitarse a tratar los síntomas».
Y prosiguió: «Evaluamos la mejoría de los participantes del grupo hiperbárico más de una semana después de la última sesión hiperbárica. Se necesitan más estudios de seguimiento para ver la duración del efecto beneficioso del tratamiento y si se necesitará tratamiento adicional y para quién. Nuestro objetivo como médicos no es sólo tratar los síntomas, sino tratar en la medida de lo posible el origen del problema, mejorando así la calidad de vida de los pacientes con fibromialgia».
Es importante destacar que el protocolo de tratamiento con oxígeno hiperbárico específico que se ha revelado eficaz sólo está disponible en centros médicos que dispongan de cámaras hiperbáricas autorizadas. Tenga cuidado con las denominadas «cámaras privadas», ya que estas supuestas cámaras no pueden proporcionar el protocolo terapéutico cuya eficacia se ha comprobado, y no están reguladas ni aprobadas para uso médico.