Según un informe de la ONG Latet (en hebreo “dar”), hay más de dos millones de israelíes viviendo por debajo de los niveles de pobreza. Un millón trescientos adultos y más de un millón de niños, son definidos en Israel como pobres.
El informe indica que una cuarta parte de los niños israelíes requieren ayuda de los Servicios Sociales y más de un tercio de ellos saltean una comida diaria debido a dificultades económicas.
Los datos también muestran que el 6 por ciento de los menores que dependen de la ayuda económica se vieron forzados a solicitar ayuda y el 5.7 por ciento debió recoger comida de diferentes lugares insanos para abastecerse.
El cincuenta y tres por ciento de estas familias aseguraron no tener suficientes alimentos y el setenta y dos por ciento teme que los alimentos se acaben antes de que puedan recibir dinero nuevamente. El cuarenta y siete por ciento de las familias debieron renunciar a sustitutos de leche materna, dado el elevado precio de los mismos, impidiendo que sus bebés obtengan una alimentación adecuada.
Las deudas y ejecuciones hipotecarias rondan en el 50 por ciento de estos afectados y más de la mitad de las familias no tienen acceso a calefacción a medida que avanza el invierno.
En el terreno de la medicina también se ven afectados aquellos que atraviesan problemas económicos, dado que deben renunciar a los medicamentos que no pueden adquirir o a tratamientos médicos que les resultan imposibles de sostener, el 85 por ciento de las personas consideradas bajo el umbral de pobreza debieron renunciar a la atención dental, por carecer de fondos. Esta problemática social también se ve reflejada en el alto grado de intento de suicidios o suicidios emergentes.
Hay que destacar, de todos modos, que el índice de pobreza elaborado por esta ONG difiere de la del Instituto Nacional de Seguridad Social, utiliza los sueldos para definir la pobreza, cualquier persona que gane menos de 4.000 shékels al mes está considera bajo el umbral de pobreza.
La Organización Latet, por otro lado, define la pobreza utilizando una serie de otros factores, incluidos la escasez de alimentos y medicamentos, declarados por las personas. La encuesta fue realizada utilizando una muestra representativa de judíos y árabes en todos los segmentos de la población de Israel.