Un hombre de 38 años fue asesinado el sábado por la tarde, a plena luz del día, frente a la mirada atónita de los viandantes en Yafo (Jaffa), un turístico vecindario del sur de Tel Aviv.
Testigos oculares notaron a un hombre siendo perseguido a lo largo del estacionamiento del puerto por dos sicarios enmascarados que le efectuaron al menos diez disparos antes de saltar al mar.
La víctima fue identificada como Abed Kazaz, un conocido delincuente, con un frondoso prontuario domiciliado en la zona.
Kazaz fue extraído inconsciente del mar. Los paramédicos del servicio de emergencias Magen David Adom (Estrella de David Roja) que estaban operando en las cercanías un centro de pruebas de diagnóstico de COVID-19 escucharon los disparos y acudieron a brindarle los primeros auxilios.
“Cuando estábamos en la instalación de pruebas de diagnóstico de coronavirus cercana, escuchamos disparos, y corrimos en esa dirección, donde [los transeúntes] nos indicaron cerca del muelle un hombre de alrededor de 40 años dentro del agua”, explicaron los paramédicos.
Kazaz fue trasladado a toda velocidad al Hospital Wolfson de Holón, donde los médicos declararon su fallecimiento poco más tarde.
El puerto es un centro turístico y recreativo altamente popular, frecuentado por miles de personas los fines de semana.
Un grupo de niños exploradores estaban realizando actividades en las cercanías. “La rambla estaba llena de gente”, dijeron testigos oculares al Canal 12. “Alguien salió de un vehículo, seguido de dos enmascarados que le dispararon”.
Hace un año y medio, Kazaz había salido de prisión, tras servir seis años tras las rejas, luego de alcanzar un acuerdo con la Fiscalía por el secuestro y asesinato de un comerciante competidor en 2005.
Estaba asociado a otro hampón, Izat Hamad, que fue asesinado en julio pasado en Tel Aviv. Aunque la policía no descarta la posibilidad de que Kazaz fuera ultimado en venganza por la muerte de Hamad; ya que ambos criminales se enemistaron y Kazaz comenzó a organizar su propia banda.
Según la ONG Iniciativas de Abraham, 104 árabes han muerto en forma violenta en el territorio de Israel desde el comienzo del año (89 eran ciudadanos israelíes y 15 palestinos de Jerusalén oriental o con residencia en Israel)
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