El 5 de febrero de 1840, la desaparición del monje capuchino Padre Tomás y su sirviente musulmán en Damasco desató un rumor infundado: la comunidad judía local fue acusada de secuestrarlos y asesinarlos para usar su sangre en la preparación de matzá para la Pascua judía.
El cónsul francés en Damasco tomó la acusación como un hecho y formalizó cargos contra los judíos, lo que desencadenó mucha violencia: líderes judíos fueron arrestados, torturados y forzados a confesar delitos inexistentes.
Recientemente, investigadores del Museo de la Alianza, un museo virtual dedicado a preservar el patrimonio de las comunidades judías vinculadas a la Alliance Israélite Universelle, descubrieron un documento que ofrece una nueva perspectiva sobre el trágico hecho.
El documento fue publicado en París el mismo año de los hechos y vendido por 1 franco y 75 céntimos, y su estudio proporciona un testimonio contemporáneo poco común de un suceso que sacudió al mundo judío.
Hani Merman, curador del museo y subdirector de la Alliance Israélite Universelle, destacó que “en un mundo donde las noticias falsas pueden ser utilizadas como herramientas de odio, la calumnia de sangre de Damasco nos recuerda el peligro de la desinformación y cómo un rumor sin fundamento puede desencadenar la persecución de una comunidad entera”.