Un árbol «descendiente» del Holocausto fue plantado de manera simbólica en la entrada del Museo de la Herencia Judía, en Nueva York. Ramas jóvenes de un árbol que se ubicaba en un campo de concentración en República Checa fueron trasladadas, primero a Jerusalén, y ahora a Estados Unidos.
En 1943, durante el dominio Nazi en Europa, una mujer judía entró al campo de concentración un árbol de contrabando para los niños. Ellos cuidaron del objeto, incluso utilizando la poca agua que tenían para mantenerlo con vida. La leyenda debajo del arbusto decía «»¡Como las ramas de este árbol, las ramas de nuestro pueblo!».
Ese mismo «árbol de la vida», como lo llamaron los sobrevivientes, tendrá su descendencia en Estados Unidos, donde vive la comunidad judía más grande fuera de Israel. Ayer fue realizada la ceremonia de inauguración en las afueras del Museo de la Herencia Judía. Participaron del acto autoridades nacionales, estatales, y sobrevivientes del holocausto.
La nueva plantación recibió el nombre de «árbol de los niños». La idea es que sea cuidado por los chicos de la escuela en Battery Park City. De esta manera, esta familia de árboles seguirá siendo vigilada por pequeños de la comunidad judía, tal como ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial