Túnez: matan a un jihadista y buscan a otro en la capital

Foto: REUTERS/Ammar Awad

Efectivos de la brigada tunecina de lucha contra el terrorismo mataron hoy a un supuesto jihadista durante una operación nocturna en el barrio Intilaka, un suburbio al noroeste de Túnez, informó el ministerio de Interior.

Un segundo sospechoso logró escapar de la redada por lo que se ha activado el dispositivo especial de busca y captura, según la fuente.

En un comunicado remitido a la prensa, el Departamento identificó al hombre abatido como Ayman Smiri, un joven de 23 años natural de la capital que estaba desde hace tiempo bajo el radar de la unidad especial de lucha contra el terrorismo.

Sofiene Zaag, portavoz del ministerio de Interior, explicó poco después en los micrófonos de la radio local Mosaïque que Smiri portaba un cinturón explosivo que no hizo detonar como informaron algunos medios, sino que fue hecho estallar por la Policía sin causar víctimas.

La operación policial se llevó a cabo días después de que dos presuntos miembros de la rama local de la organización jihadista Estado Islámico cometieran un doble atentado suicida en la capital tunecina que causó la muerte a un agente y heridas a ocho personas más.

El primer ataque tuvo como objetivo una patrulla que se encontraba en la Avenida Charles de Gaulle, en el centro histórico de la ciudad, mientras la segunda se produjo en el parquin de la Dirección Antiterrorista del barrio de El Gorjani.

En octubre del año pasado, la misma avenida fue escenarios de otro ataque suicida con bomba perpetrado por una joven de 20 años que causó 15 heridos.

El pasado mes de abril, el presidente del país, Beji Caid Essebsi, anunció la extensión por un mes más del estado de emergencia impuesto en Túnez, que comenzó tras el atentado jihadista que acabó con la vida de 12 guardias presidenciales en 2015 en el centro de la capital.

Dos atentados previos ese mismo año, en la capital y en la ciudad balneario de Sousa, segaron asimismo la vida de 60 turistas extranjeros.

Los atentados, que hundieron el turismo, una de las principales industrias de un país sumido en una grave crisis económica, también fueron reivindicados por una rama salafista local vinculada al Estado Islámico.

Túnez es el cuarto país del mundo en número de radicales que se han sumado al grupo terrorista, solo superado por Rusia, Arabia Saudita y Jordania.

Los últimos atentados se han producido a apenas cuatro meses de unas elecciones presidenciales y legislativas que se consideran cruciales para el futuro del país. EFE

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