lun. Mar 17th, 2025

Trump presiona a los europeos y Erdogan se beneficia

El presidente de la República de Turquía Recep Tayyip Erdogan Foto: Kremlin.ru

Por Rémi Daniel

Tras un mes del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, varios líderes de todo el mundo ya están surgiendo como beneficiarios de su enfoque político, entre ellos, el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan.

En primer lugar, Trump no promueve valores liberales como lo hizo [Joe] Biden, ni pretende presionar a Ankara para proteger la democracia en Turquía.

Erdoğan parece ya haberlo interiorizado.

En las últimas semanas se ha producido una notable escalada en la represión de la oposición turca.

Los cambios tectónicos impulsados ​​por Trump en el sistema global, y la creciente comprensión de Europa de que no puede confiar en el apoyo de seguridad estadounidense, han fortalecido la posición de Turquía, junto con la de su presidente.

El ejército turco, el más grande de la región, y la industria de defensa de Turquía, en la que Ankara ha invertido mucho en los últimos años, son vistos ahora por los europeos como activos cruciales para aumentar su fuerza militar.

Como resultado, en cuestión de semanas, Turquía se ha convertido en un socio esencial para los países europeos.

El cambio en la actitud de Europa hacia Turquía se refleja en visitas bilaterales y declaraciones que subrayan la apertura de un nuevo capítulo en las relaciones turco-europeas.

Aunque todavía existe desconfianza entre ambas partes y muchos desafíos pueden obstaculizar la cooperación entre Turquía y la Unión Europea, Europa ha demostrado en el pasado una voluntad de llegar a acuerdos en aras de la realpolitik.

En 2016, la Unión Europea firmó un acuerdo con Ankara en el que Turquía se comprometía a impedir el cruce de refugiados hacia Europa a cambio de ayuda financiera, a pesar de las reservas europeas sobre la situación política de Turquía y la asertiva política exterior de Erdoğan.

En 2025, cuando Europa se enfrenta a una crisis de seguridad más profunda, es probable que vuelva a renunciar a algunas de sus demandas y valores para llegar a acuerdos con Erdoğan.

El aumento de la importancia de Turquía para los europeos y el fortalecimiento de la posición de Erdoğan, tanto a nivel nacional como internacional, se producen en un momento en que las relaciones entre Turquía e Israel están en crisis.

Los puntos de fricción entre ambos países han crecido, en parte debido a la situación en Siria.

Esta realidad plantea un desafío para Jerusalén y pone de relieve la necesidad de comprender la compleja interacción entre los diferentes ámbitos.

Irónicamente, Trump, considerado un amigo de Israel, crea indirectamente un desafío de seguridad para Israel en la forma de un Erdogan más fortalecido.

Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies

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