por Dr. Israel Jamitovsky
Ezer Mi Tzión es una fundación israelí sin ánimo de lucro fundada en el año 1985 por Janania Cholk, con el propósito inicial de brindar ayuda en distintos espacios de la Medicina, así como a minusválidos, personas y colectivos indigentes.
El gran espaldarazo de esta Fundación aflora en el año 1998 cuando la Fundación conjuntamente con Moti Zisser y su mujer Dra. Bracha Zisser fundan el Fondo de Reserva de la Médula Ósea para acrecentar el número de donantes en este espacio. En este contexto, en el año 2005 la Fundación firmó un acuerdo con el Ejército de Defensa de Israel a los efectos de acrecentar dicho fondo . Hasta el año 2020 se incorporaron 576.700 soldados , pauta de la trascendencia de este aporte es que 2.174 trasplantes que salvaron vidas humanas provinieron precisamente de soldados del ejército israelí. En enero del año 2020, los donantes israelíes superaron el millón de aportes, un récord a nivel mundial habida cuenta del número de habitantes de Israel.
En la actualidad en el marco de la Fundación Ezer Mi Tzión , opera el Fondo Nacional de Donantes de la Médula Ósea de Israel con el propósito de ayudar a quienes padecen de cáncer u otras patologías de índole semejante y encontrar el o la donante pertinente para salvar sus vidas Según informe reciente de la Directora de dicho fondo y cofundadora Dra. Bracha Zisser-su marido falleció hace años- en mérito a las donaciones recibidas, hasta el momento se practicaron 4543 trasplantes que salvaron otras tantas vidas humanas y se despliegan esfuerzos para acrecentar aún más las donaciones efectuadas echando mano a un mínimo de frescura, originalidad y a una hermosa idea.
Fue lo que sucedió con Nurit y Uri Cohen del Moshav Nejalim. Hace un decenio Nurit se enfermó de cáncer y cuando felizmente superó la enfermedad, a título de agradecimiento y reconocimiento, decidió fundar un reservorio de la médula ósea específico compuesta por aportes de su comunidad , que lleva el rótulo de su comunidad y que comenzó a operar en el marco del antedicho Fondo Nacional. El ejemplo cundió y en la actualidad son ya varias las comunidades que adoptaron el mismo modelo. En ese mismo espíritu han habido donantes que lo hicieron a través de un reservorio que lleva y perpetúa el nombre y la memoria de un ser querido ya fallecido.
Hace casi tres años un querido familiar nuestro fue sometido una implantación de la médula ósea. Hace algo más de un año pudimos finalmente conocer al donante en el marco de la sede de la Fundación. No éramos los únicos. Donantes, receptores y sus respectivas familias se encontraron el mismo día según orden establecido por la institución en la sede de esta última sita en la ciudad de Petaj Tikvá.
Cuando llegó nuestro turno, conocimos al donante y su madre. Obviamente fue un encuentro muy emotivo. Se trataba de un joven que en la actualidad estudiaba en la Universidad de Beer Sheba, que había comenzado los trámites de la donación cuando servía en el Ejército de Israel aunque el trasplante se efectuó con posterioridad a su servicio militar. Incuestionablemente la iniciativa promovida en su momento desde el espacio militar no sólo fue atinada y destinada a acrecentar el salvamento de vidas humanas, sino que igualmente apunta a promover la sensibilidad y compromiso del joven soldado con su entorno y la sociedad civil.
Otro aspecto a destacar es que este joven había sido en su momento miembro de un movimiento juvenil en Israel, sabido que los distintos movimientos juveniles judíos tanto de Israel como de la Diáspora, cada uno con su matiz ideológico y concepción de mundo, fomentan desde muy joven la sensibilidad y la vocación de servicio de sus integrantes.
Retornando a Ezer Mi Tzión, la Fundación es una genuina potencia en los espacios que opera e incide. Posee en la actualidad 40 centros en todo Israel, 10.000 funcionarios y 30.000 voluntarios. Por todo ello, no extraña que se haya hecho acreedora a múltiples reconocimientos por parte de distintos espacios de la Sociedad israelí. Entre ellos cabe destacar el Premio Israel por su aporte específico a la sociedad y al estado(año 2008) así como el Premio Presidencia del Estado por su excepcional servicio brindado a enfermos y personas adultas(año 2005).
Su fundador, actual presidente y alma mater es Janania Cholk -hombre ultraortodoxo- se hizo acreedor en el año 2009 al título de Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad de Bar-Ilán (Israel) en tanto que en el año 2013, la Dra. Bracha Zisser fue honrada por el Centro Universitario Interdisciplinario de Herzlía designándola Miembro Honorario de dicho centro de estudios.
Como pocos, cada donante exitoso de su médula ósea plasma la memorable sentencia del Talmud: «Quien salva una vida humana es como si hubiera salvado el mundo entero».
Emociona y enorgullece al mismo tiempo. Hay gente buena aun.
Gmar jatima tova y mucha salud.
Es una iniciativa espectacular que vale la pena que se conozca y sea emulada en el mundo.