Un terremoto de 7,2 de magnitud acabó anteayer con la vida de, al menos, 1300 personas y dejó miles de heridos en el sur de Haití. La situación desbordó los hospitales de la zona y profundizó la crisis del país caribeño, que había sufrido hace poco el magnicidio de su presidente.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid envió, vía Twitter, sus condolencias a los familiares de los fallecidos.
El sismo no solamente se sintió en Haití, sino que también hubo temblores en República Dominicana y Cuba. Las autoridades locales reportaron destrozos de edificios en Puerto Príncipe, Jérémie y Les Cayes.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el epicentro del terremoto a 10 km de profundidad, fue en Saint-Louis du Sud. Debido a esta tragedia, el primer ministro haitiano Ariel Henry pidió ayuda internacional en sus redes sociales.
Por último, el actual mandatario ratificó el estado de emergencia por un mes y le instó a la población a no entrar en pánico. Este desastre se suma al hecho similar ocurrido en 2010, el cual dejó un saldo de miles de muertos y heridos.