mié. Mar 26th, 2025

Tenso Ramadán: mayor riesgo del terrorismo de lobos solitarios y menor probabilidad de Intifada

Atentado con explosivos en autobuses en Bat Yam y Holón el 20 de febrero de 2025 Foto: Wikimedia Commons

Por Orit Perlov

Como cada año, ha llegado el mes de Ramadán, trayendo consigo peregrinaciones masivas al Monte del Templo y a la Mezquita al Aqsa.

A diferencia de años anteriores, cuando el Ramadán estaba bajo intenso escrutinio debido a su volatilidad en materia de seguridad, este año se ha visto eclipsado por los numerosos problemas y eventos de seguridad que enfrenta Israel.

Un análisis del discurso palestino revela que, de manera similar al año pasado, a menos que ocurra un acontecimiento excepcionalmente inusual en el Monte del Templo, la probabilidad de una Intifada a gran escala o un evento caótico con participación masiva sigue siendo extremadamente baja por dos razones principales:

1. Las operaciones militares en curso y ampliadas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Judea y Samaria, incluido el desmantelamiento de la infraestructura y las organizaciones terroristas en los campamentos de refugiados;

2. Profunda preocupación pública por la repetición del modelo de Gaza en Cisjordania.

Por lo tanto, la combinación de una actividad militar intensificada y la disuasión existente sigue siendo una fuerza restrictiva eficaz para prevenir brotes generalizados.

Además de estos factores restrictivos, es importante señalar que hay dos elementos que incentivan el aumento de la actividad terrorista:

1. Zaher Jabarin, el sucesor de Saleh al Arouri (abatido en el Líbano en enero de 2024), es ahora el jefe del ala militar de Hamás en Judea y Samaria. Especialista en orquestar ataques suicidas, lleva casi un año preparándose para reanudar las actividades terroristas en torno al Ramadán.

2. A diferencia de operaciones anteriores de las FDI en Cisjordania, esta vez se ha producido un desplazamiento significativo de civiles de los campos de refugiados (con imágenes documentadas). Los vídeos que muestran el desarraigo de civiles sirven como un catalizador importante para la radicalización y el reclutamiento de terroristas para ataques dentro de Israel.

En conclusión, creo que los factores restrictivos superan a los que alimentan el malestar masivo.

Por lo tanto, la probabilidad de una Intifada a gran escala o un levantamiento masivo sigue siendo baja.

Sin embargo, la probabilidad y la motivación de los ataques terroristas cometidos por lobos solitarios y/o pequeñas células terroristas que llevan a cabo apuñalamientos, ataques con vehículos y atentados con bombas están en aumento.

Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies

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