Los científicos en Israel temen que la gripe aviar pueda traer consigo un nuevo virus que afecte a los seres humanos. Más de 5000 grullas fallecieron a causa de esta enfermedad en los últimos días.
El brote de la gripe aviar significó también el sacrificio de más de medio millón de pollos y pavos en las últimas semanas. El lago Hula, en el norte israelí, fue el escenario en el cual aparecieron la mayoría de cadáveres de las grullas.
Las autoridades israelíes en materia de naturaleza aconsejaron al público que cocine bien los huevos y la carne de ave antes de comerlos, para prevenir enfermedades. De todas maneras, crece la preocupación teniendo en cuenta que el coronavirus provino de comer animales enfermos.
Noga Kornfeld Shor, científica del Ministerio de Protección Ambiental, explicó la situación en una entrevista a la radio Reshet Bet: «El gran temor es que el virus, que tiene tendencia a generar muchas variantes, haga un cambio como el coronavirus y sea contagioso entre humanos».