Taro, un año como fotógrafa y un legado esencial para el fotoperiodismo

Gerda Taro Foto: Anónimo Wikipedia Dominio Público

Trabajó menos de un año como fotógrafa y se conservan apenas 2.000 de las imágenes que tomó, pero Gerda Taro fue una «influencia esencial» para Robert Capa y para el fotoperiodismo en general por su estilo de composición, su sensibilidad y por lo mucho que se acercaba al objeto fotografiado.

Mañana se cumplen 80 años de su muerte en la batalla de Brunete (Madrid), aplastada por un tanque republicano cuando tenía solo 26 años y estaba llamada a ser uno de los grande nombres del fotoperiodismo.

Robert Capa Foto: GerdaTaro Wikipedia Dominio Público
Robert Capa Foto: GerdaTaro Wikipedia Dominio Público

Y se han necesitado décadas para que su nombre ocupe el lugar que le corresponde en la historia de la fotografía, como reconoció la curadora del Archivo Ropert Capa del Centro Internacional de Fotografía (ICP) de Nueva York, Cynthia Young.

Experta en la obra de Taro, para Young los últimos 20 años han sido básicos para redescubrir la obra de la fotógrafa alemana, que había sido básicamente conocida por ser pareja de Capa.

La investigación realizada por Irme Shaber y François Maspero y varias exposiciones sobre su obra han permitido reivindicar la figura de Taro, junto con el descubrimiento de «La Maleta Mexicana», que marcó un punto de inflexión en la historia del fotoperiodismo.

Milicianas republicanas Foto: Gerda Taro Wikimedia Dominio Público
Milicianas republicanas Foto: Gerda Taro Wikimedia Dominio Público

Con ese nombre se conoce a tres cajas de cartón que estuvieron desaparecidas durante décadas y que contenían miles de negativos de fotos que Capa, Taro y David ‘Chim’ Seymour tomaron durante la Guerra Civil española.

«Fue, junto a Capa, una pionera y el hecho de que fuera una mujer hace su historia aún más extraordinaria», afirma convencida Young.

Nacida como Gerta Pohorylle en Stuttgart (Alemania) en 1910, en el seno de una familia judío polaca de origen gallego, se trasladó en 1934 a París huyendo del creciente antisemitismo impuesto por el régimen de Adolf Hitler.

Un año después conoció al fotoperiodista Endre Friedmann, un judío húngaro con quien empezó a trabajar como asistente.

Soldados republicanos Foto: Gerda Taro Wikimedia Dominio Público
Soldados republicanos Foto: Gerda Taro Wikimedia Dominio Público

Dos años después la pareja decidió «crear» a Robert Capa (seudónimo de Friedmann), nombre bajo el que empezarían a trabajar conjuntamente hasta que Pohorylle se ‘rebautizó’ como Gerda Taro, en honor al artista japonés Taro Okamoto.

Con el estallido de la Guerra Civil en España en julio de 1936, decidieron viajar a Barcelona junto con David ‘Chim’ Seymour. Cubrieron juntos en frente de Aragón y luego se trasladaron a Córdoba.

Aunque durante un breve periodo la pareja publicó sus fotografías bajo la firma conjunta de «Capa&Taro», pronto separaron sus imágenes y la que es considerada la primera fotoperiodista de la historia empezó a firmarlas como «Photo Taro».

Unas imágenes que mostraban un gran énfasis en la composición, algo que le obsesionó y por lo que utilizaba una cámara de formato mediano.

«Tenía un gran sentido de la estética y composición, así como una marcada sensibilidad, algo muy complicado de aplicar a la fotografía de guerra porque eso toma tiempo y en las coberturas de guerra hay que hacer las composiciones muy, muy rápido», explicó Young.

«Yo creo que quizás Capa la impulsó, la alentó, le dio una cámara y le ayudó con la parte técnica, pero creo también que él aprendió mucho de ella, de cómo comportarse en situaciones muy tensas», señaló la experta del ICP.

Foto: Gerda Taro Wikimedia Dominio Público
Foto: Gerda Taro Wikimedia Dominio Público

Capa «vio cómo ella se acercaba mucho al sujeto a fotografiar, solo hay que pensar la forma en la que murió», resalta Young. Y eso lleva a la famosa máxima del fotógrafo: «Si una foto no es suficientemente buena es porque no estabas suficientemente cerca».

La experta también se pronunció sobre la famosa foto «Muerte de un miliciano», la más emblemática de Capa, y la idea que algunos expertos han sostenido en los últimos años sobre la posibilidad de que en realidad fuera tomada por Taro.

«Es imposible de saber, no hay pruebas técnicas que puedan demostrar que la autoría es de Capa pero ella era muy fuerte y no dijo nada cuando la imagen se publicó y no creo que quisiera esconderse detrás de él. La idea de que su trabajo fuera firmado por Capa, simplemente no tiene sentido», aseguró Young.

Su trabajo se publicó en muchas revistas y con las alrededor de 500 fotografías que se recuperaron en «La Maleta Mexicana» se ha podido reunir un fondo de unas 2.000 imágenes que el ICP custodia con esmero y que demuestran el valor y la importancia del trabajo de Taro. EFE

 

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