Tal vez no me alcancen las palabras

29 mayo, 2024
Foto: Pixabay

De Raquel Markus – Finckler / @escritora.creativa.


Quizás necesite bañarme en palabras.
Usar verbos como bálsamos sobre la piel herida.
Llenar con verbos el agujero que se abre en mi esternón.

Me duele ser un habitante más en este reino
al que pertenezco sin alternativa,
por un mandato de genética y casuística.

Porque esa noche las estrellas se alinearon
para hacerme una emboscada.
Porque nadie me preguntó
si yo quería ser alumbrada y arrojada.

Busco en los detalles más efímeros
la razón de esta impotencia que me arrastra.
La condena que se eleva hacia mi casta
y carcome los cimientos de mi casa.

Las piedras se estrellan y se rompen.
Roto también queda el brazo que la lanza,
el cuerpo que recibe, el alma que se gasta.

Busco en la historia y la leyenda
motivos para los discursos que me incendian,
causas que justifiquen esta guerra
en contra del sentido y la existencia.

Me han clavado mil puñales en la espalda
por la fe que aún me late en las entrañas,
tengo sangre coagulada en las rodillas
por el vidrio que me espera en cada esquina.

Y las puntas de la estrella en la que creo
se han cuarteado y agrietado como espejo.
Amarillas las consignas que señalan.
Amarilla es la rabia exponenciada.
Amarilla es la excusa que no alcanza.

Soy del pueblo elegido para el odio.
Soy del pueblo curtido por el sodio.
Las mentiras que hoy me alcanzan y me dañan
son historias repetidas, camufladas,
discursos nauseabundos maquillados con neón.

Y los gritos de las masas que nos cazan
multiplican la perfidia y la deshonra,
clavan estacas, queman banderas,
cierran entradas, expropian fronteras,
baños de sangre, promesas de muerte,
palabras que van, palabras que vienen,
rabia y bajeza, estafa y poder,
y el pueblo que amo cansado de arder.

Esperaré en el borde del abismo
esperando a quien me arroje al precipicio.

Esperaré en el borde del abismo
la cuerda que nadie lanzará para salvarme.

Parada en el borde del abismo
me quedaré rogando un atisbo de templanza,
pues no hay alma que soporte tanta saña,
y en mi centro ya claudica la esperanza.

Tal vez no me alcancen las palabras.
Tal vez no me salve una oración.

Quizás, sin saberlo, ya estoy desahuciada.

Quizás, sin saberlo, ya fui exorcizada.

Tengo enfermas las ganas 
de seguir siendo humana.

Raquel Markus – Finckler
@escritora.creativa

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7 thoughts on “Tal vez no me alcancen las palabras”
  1. Mientras el etnocentrismo siga permeando la mentalidad de quienes forman el pueblo judío [me incluyo] no pensaremos que somos la única nación que sufre.
    Toda la humanidad sufre, y en China y la India, por ejemplo, son millones de personas por ser minorías étnicas en países con gobiernos hostiles a ellos.

    1. Lamento mucho parecer etnocentrista frente a sus ojos. Soy una poeta y escritora judía que escribe desde lo que conoce, lo que entiende y lo que vive. Usted no está obligado a leer mis letras. Siga adelante con su vida, que yo seguiré adelante con la mía defendiendo aquello que soy, aquello en lo que creo, aquello que me importa, con su permiso o sin él. Am Israel Jai,

  2. Su poema llega a la piel.. Sólo tengo estas palabras mías para conversar desde lo lejos…
    DERECHO DE ESPERANZA
    ¿Es la poesía capaz de ayudar a resistir el dolor infinito que la barbarie de guerra en el momento produce?
    Un solo verso entonado en la soledad de la guerra
    mina el sadismo
    la esclavitud
    la infamia
    expulsa de ese horrendo abismo de los cielos
    el miedo a la muerte, a la sed, al hambre planeada.
    La poesía se potencia en el crimen de la guerra,
    escuda la ilusión de poder seguir sintiendo
    el regocijo del asombro luminoso que aflora la conciencia
    el júbilo que inunda la piel acariciada por el aire tibio o la humedad del otro
    la alegría silenciosa que el color de una flor efimera, breve, escurre por el infinito lago de los ojos
    el ímpetu espumoso de las aguas que rompen, arrebatando el corazón, hacia un fértil vacio
    el sedoso crujir que al paso del viento y del andar sosiego, produce la voz de la hojas que van,
    una a una, en su otoño danzando en el aire, cayendo
    la tibia luz que se mece hacia los tiempos al mirar el roce blanco de unos labios balbuceantes de
    ser en el seno de su manantial, de su amor ciego
    la acrisolada levedad de un revoloteo surcando las flores, fertilizando el bosque, el huerto, el
    jardín de un alma, polen del ensueño
    la mirada que en acordes silenciosos enciende los sonidos proféticos de una llama eternamente
    compartida
    el cobijo acompasado de los grises desdoblando de las nubes, las hojas, los cuerpos, las rocas, las
    aves, los muros, los rostros…ungidos todos de color por los astros, la Luna, el Sol
    la seducción que tras un espejo vuelto intimidad, se va desenredando con gracia cadenciosa,
    pensativa, soñadora en una cabellera femenina, tersa ráfaga amorosa en los ojos de quien mira
    la inefable libertad emanada del trabajo con palabras que embravecen rimas,
    cuentos
    metáforas
    historias
    odas
    cantos
    alabanzas
    épicas
    silencios ardientes
    figuras talladas en verbos, nombres, adjetivos
    emergidos desde el interior del -grama
    y así, las mil y una obras que artes, ciencias y oficios liberan de códigos ocultos para formar con
    ellos la segunda arquitectura y dinámica del mundo.
    En palabras otras, la poesía que al enunciarla resiste el agravio, y defiende el derecho a la
    esperanza.

    1. Estimado Aaron lo felicito por su talento y por su valentía al escribir estos versos. Hace falta valentía moral para atreverse a publicar cualquier cosa a favor del pueblo y del Estado de Israel, pues eso nos convierte en blanco de ataques propios y ajenos. No deje de escribir y publicar, su talento y su sensibilidad hacen falta para seguir defendiendo al pueblo al que pertenecemos. Felicidades. Am Israel Jai!, su amiga Raquel

    1. No hay nada que disculpar, puede leerlo y responderle. Espero que mi respuesta aparezca publicada pronto. Gracias por su talento y por su valentía. Am Israel Jai!

  3. Gracias Aurora por publicar mi comentario anterior. Ahora, siendo optimista, mi texto se convirtió en una cascada espumosa de palabras y signos que caen una una laguna cristalina…. En su caída dos palabras chocaron con el filo de unas rocas y perdieron su acento, “ efímera” y “vacío” si problema….

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